viernes, 29 de mayo de 2009

Jacques el fatalista


Acabo de concluir la lectura de "Jacques el fatalista" de Denis Diderot (Punto de Lectura, 365 páginas).

Esta novela, considerada una de las más importantes de la literatura francesa, es, sin duda, la más interesante del siglo XVIII francés. Pero, ¿se trata en realidad de una novela? Diderot menosprecia el género novelesco y quiere escribir algo distinto: el resultado es una obra absolutamente original y moderna.

Nos hallamos ante un entramado de cuentos, prendidos en una ficción de base: el viaje a caballo de Jacques y de su amo. Sin embargo, el conjunto es mucho más: es una mezcla exuberante de narración-dramatización, de intromisiones del narrador que interpela al lector, y de digresiones sobre los temas más diversos, recorrida en filigrana por todas las variedades del humor –ironía, sarcasmo, comicidad de repetición, burla– y todas las variedades del amor –tierno, pícaro, libertino, traicionado, colmado– y articulada mediante unas técnicas narrativas geniales, que se ocultan bajo una apariencia de espontaneidad y de veracidad. El lector se sorprende, se conmueve, se admira, se divierte, y, pese a las advertencias del narrador, se deja arrebatar por la historia.

«La primera novela absolutamente moderna se publicó en 1796. La escribió Denis Diderot y su título es Jacques el fatalista. Léase.» JOSÉ SARAMAGO

«Se puede prescindir del Diderot dramaturgo; se puede, en rigor, comprender la historia de la filosofía sin conocer los ensayos del gran enciclopedista; pero la historia de la novela permanecería incomprendida e incompleta sin Jacques el fatalista.» MILAN KUNDERA

 



Denis Diderot
(1713-1784), escritor y filósofo francés, fue una relevante figura de la ilustración europea y un reconocido pensador. De 1751 a 1772 dirigió la redacción de la primera enciclopedia universal editada en Francia: La enciclopedia, o diccionario razonado de las ciencias, artes y oficios, el proyecto cultural más importante de su tiempo. En 1746 publicó su primera obra original: Pensamientos filosóficos. Sin embargo, lo más notable de su producción se compone de obras inéditas hasta después de su muerte, entre las que destacan las novelas filosóficas Jacques el fatalista y La religiosa, y el magistral diálogo El sobrino de Rameau. También es autor de ensayos como Cartas sobre ciegos para uso de los que ven o El sueño de D'Alembert, además de obras de teatro y crítica artística y literaria.

domingo, 24 de mayo de 2009

Los hermanos Pinzones

Dedico esta bonita canción a todos aquellos hermanos y hermanas del nuevo mundo. He dicho.

sábado, 23 de mayo de 2009

Apuntes de un pasota


Por estos lares las cosas están bastante tranquilas. Hemos tenido unos días de aperitivo veraniego y al personal parece que se le ha endulzado algo el carácter. Las féminas se han apresurado, sobre todo las jóvenes, a mostrar sus velados encantos para deleite de los sentidos. Por mi parte, sigo con mi monótona existencia a falta de fortuna en el juego que me derive hacia los mares del sur. Enfrascado en la lectura, devoro con entusiasmo en mis ratos libres buenas novelas que me llevan hacia otros lugares de ensoñación. Está visto que la lectura es mi gran vicio en estos momentos.

La familia bien, gracias. La salud controlada a base de buenos hábitos, comidas sanas, algún vino o cervecita y algo de ejercicio. Del peso prefiero no hablar, todos los días me da algún disgusto. Últimamente llevo el pelo cortado casi al cero, luzco un lápiz de jade colgado al cuello, y cuando me miro al espejo me veo con cara de malo de película. No me relaciono en persona con casi nadie y me siento como el Llanero solitario, pegando tiros al aire, en defensa de los menesterosos anónimos. De vez en cuando saco a relucir mi mala leche, pongo mala cara, y consigo que el personal me mire con cierto respeto.

Me mantengo informado de lo que sucede en este planeta lo justo, a base de leer los titulares de las ediciones digitales de los periódicos. Paso de política, paso de deportes, paso de prensa amarilla y rosa, y de tanto capullo y capulla como hay suelto por ahí. Me estoy convirtiendo en un auténtico pasota. Cada vez somos más y peor avenidos, cada vez más egoístas e ignorantes. Se contagia todo coño, menos la belleza. Mi mundo cada vez se estrecha más: mi mujer y mis dos hijos y ya está. Y que coño, me gustaría reencarnarme en una tía maciza que estuviera provista de los dos sexos y así lograr la completa autosuficiencia. ¡A que mola!          

Puro fuego (Confesiones de una banda de chicas)



Acabo de terminar la lectura de "Puro fuego", Confesiones de una banda de chicas (Ed. Punto de lectura; 453 páginas). Me ha gustado mucho y también me ha dejado una cierta sensación de desasosiego. Seguro que a ningún lector le va a dejar indiferente.

América, años cincuenta. Las familias se resquebrajan y empiezan a surgir las pandillas de adolescentes y la delincuencia. Un grupo de chicas quiere acabar con el machismo que las somete. Las integrantes de Foxfire, una banda fuera de la ley, cuentan entre trece y dieciséis años, tienen pistolas y, sobre todo, un secreto que nunca deben contarles a Ellos, pues eso significaría el fin de sus ansias de justicia. Jamás hacen el mal por gusto ni por venganza, sino con el único objetivo de conquistar los derechos que una sociedad hipócrita les niega.

 





Joyce Carol Oates
(Lockport, Nueva York, 1938) es un auténtico icono literario de las últimas décadas y una de las principales figuras de la narrativa norteamericana contemporánea. Firme candidata al Premio Nobel desde hace años, esta prolífica escritora ha publicado novelas, relatos, obras de teatro, poesía y ensayos, además de ejercer la docencia en la Universidad de Princeton y trabajar como editora de revistas literarias. En sus obras se aprecia la influencia de venerados autores estadounidenses como William Faulkner o Flannery O’Connor. Su literatura es conocida por retratar de forma cruda, certera y reivindicativa la sociedad estadounidense, con un lenguaje lúcido y atemporal. Entre sus publicaciones destacan las novelas Puro fuego, Qué fue de los Mulvaney, Blonde y Niágara, la recopilación de relatos The Wheel of Love, la obra de teatro Black o el ensayo On Boxing

jueves, 21 de mayo de 2009

Madre del arroz



Acabo de concluir la lectura de Madre del arroz, de Rani Manicka (Editorial Debolsillo, 632 páginas), una interesante novela.

Rani Manicka nació y se educó en Malaisia. Se licenció en economía en Alemania y luego se trasladó al Reino Unido, donde actualmente reside. Es autora del éxito de ventas Madre del Arroz (Grijalbo), una saga épica que le valió la aclamación de la crítica y de los lectores, y le mereció el Commonwealth Writers Prize.

En 1926, con solo catorce años, Lakshmi abandona su Ceilán nativo y viaja a la lejana Malasia para casarse con un hombre mucho mayor que ella y supuestamente rico comerciante que no es más que un pobre funcionario. Lakshmi toma las riendas del hogar, y ahorra con el propósito de dar a sus hijos un futuro mejor. Da a luz cada año hasta cumplir los diecinueve, y se convierte en una estupenda matriarca a pesar de su juventud. Con gran tesón y temple defiende el bienestar de sus hijos, y logra sobrevivir a la pesadilla de la invasión japonesa, pero su familia se ve marcada inevitablemente por profundas cicatrices que afectarán incluso a las generaciones venideras. El verdadero legado de la matriarca no dará fruto hasta que su bisnieta Nisha logre recomponer el mosaico de la historia familiar, tejido sobre los secretos del pasado y las relaciones agridulces de cuatro generaciones de mujeres.

Madre del arroz relata la vida de una mujer asombrosa, una matriarca del siglo XX en Malasia. Narrada por su protagonista, Lakshmi, y por otros miembros de su familia, en esta novela descubrimos una historia de amor y traición, de gozo y dolor, rica en mitos y supersticiones, que tiene lugar en una tierra exuberante y, a menudo, en condiciones de extrema dureza.


domingo, 17 de mayo de 2009

Visca el Barça

¡Campeones de la Liga y de la Copa del Rey y esperando la Champions!


sábado, 16 de mayo de 2009

"Tentación"


Acabo de finalizar la lectura de "Tentación", de János Székely (Ed. Debolsillo, 776 páginas)

Novela veladamente autobiográfica, Tentación es uno de los grandes textos del siglo XX.

Mi vida empezó como una novela negra. Intentaron asesinarme. Por suerte todo sucedió cinco meses antes de que yo naciera, así que no creo que la cosa me causara mayor sobresalto... Esta voz juguetona que nos sorprende desde las primeras líneas de Tentación pertenece a Béla, su protagonista, un chiquillo que a punto estuvo de no nacer, y que finalmente vino al mundo en la primavera de 1913 en una aldea de la campiña húngara, un lugar donde el hambre era el castigo de cada día. Su madre, una joven campesina, al nacer lo dejó en casa de una vieja arpía y fue su maestro quien le regaló los primeros libros, le hizo caer en la tentación del saber y le contó que más allá del pueblo había una ciudad mágica que se llamaba Budapest. Una vez llegado a la capital y empleado como botones en un gran hotel, durante el día Béla asiste al espectáculo de despilfarro de las clases acomodadas, dispuestas a ahogar su aburrimiento en champaña y caviar, y por la noche vuelve a la periferia para compartir con los suyos las miserias del proletariado. En la ciudad empieza también su despertar sexual a manos de una pelirroja perversa, rica y hermosa, y su coqueteo con la política de los años veinte. En los tres años de trabajo en el hotel, el joven Béla experimenta el límite del hambre y del agotamiento sexual, descubriendo lo mejor y lo peor de la sociedad que le rodea; en resumidas cuentas, juega con el destino poniendo sobre la mesa un deseo inmenso de vivir y gana su primera partida recién cumplidos los dieciocho años. Novela veladamente autobiográfica, Tentación es uno de los grandes textos del siglo XX, pues su autor condensó en estas páginas todo el talento, el humor corrosivo y la ironía que distinguen a los buenos perdedores. Si Dickens y Thackeray vivieran, posiblemente aplaudirían a este admirable alumno, que aprendió de los grandes maestros ingleses el arte de contar una historia que era su misma vida.


János Székely nació en Budapest en 1901, en el seno de una familia humilde. A los quince años ya vio uno de sus poemas publicado en un periódico de la ciudad y en 1923, cuando residía en Berlín, ganó su primer concurso literario. En 1926 inició su colaboración con el cine, y en 1934 Ernst Lubitsch se lo llevó a Hollywood para trabajar en el guión de Desire, con Marlene Dietrich y Gary Cooper. En 1935 estaba de nuevo en Hungría y fue entonces cuando empezó la redacción de Tentación. En 1938 volvió a Estados Unidos y se estableció con su esposa en Nueva York. En 1940 consiguió un Oscar por el guión de Arise My Love, que firmó con seudónimo, y en 1943 publicó la novela You can't do that to Svoboda, con el seudónimo de John Pen. En 1946 dio a la imprenta la versión inglesa de Tentación, firmada con el mismo seudónimo, y la crítica saludó la novela como una obra maestra. En 1950 Gallimard publicó la obra en Francia. Para huir de la caza de brujas maccarthista, Székely se vio obligado a trasladarse primero a México y luego a Alemania. Murió en Berlín el 16 de diciembre de 1958. Tras demasiados años de olvido, la editorial alemana Schirmer Graf publicó la novela en 2005 con gran éxito de crítica y público, y muchas casas europeas tienen ahora a este gran maestro en su catálogo.

 

lunes, 11 de mayo de 2009

La romana


Finalicé la lectura de una nueva novela, La romana, de Alberto Moravia (Debolsillo, 464 páginas). 

La parafernalia luminosa y el cinismo de la Roma de Mussolini es el escenario de la que es, probablemente, la mejor y más conocida novela de Moravia. En ella se narra la historia de Adriana, una muchacha sencilla y pobre, muy hermosa, que trabaja posando desnuda como modelo para un pintor, acepta regalos de los hombres y no sabe muy bien cuándo abandonó su sueño de tener un hogar e hijos para convertirse en prostituta. También es la historia de Giacomo, estudiante universitario y revolucionario fallido que rechaza la idea de estar enamorado de Adriana; de la siniestra figura de Astarita, el oficial de la policía secreta obsesionado con la muchacha; y de Sonzogno, un burdo criminal que trata a Adriana como su propiedad privada. Las relaciones entre todos ellos conforman la que es, según algunos críticos, una de las escasas novelas del siglo XX que se encuentran a la altura de Dostoievski.

«Con La romana he querido crear la figura de una mujer llena de contradicciones y errores y, no obstante, capaz -por su ingenua vitalidad y arranque afectivo- de superar esas contradicciones y de remediar esos errores para alcanzar una clarividencia y un equilibrio que les son negados a los más inteligentes.»

Alberto Moravia (1907-1990), seudónimo de Alberto Pincherle, es probablemente el novelista italiano más conocido del siglo XX. Nació en Roma y empezó a escribir siendo joven, mientras se recuperaba de una tuberculosis. Desde sus obras más tempranas, Moravia recoge su preocupación por el dilema moral de las personas rechazadas por la sociedad y víctimas de las circunstancias, con un estilo austero y realista. Ha tratado con incomparable maestría los mundos de la pequeña y la alta burguesía, el pueblo, Roma, la adolescencia, la mujer, el amor, el sexo y la alienación. Sus referentes ideológicos y culturales fueron Marx, Freud, Wittgenstein, el existencialismo, el estructuralismo y el nouveau roman. Moravia se hizo famoso a los veintidós años con Los indiferentes, considerada como la primera novela existencialista europea. Entre sus obras más destacadas se encuentran La romana, El conformista, El desprecio, La campesina, y Las ambiciones defraudadas.

 

domingo, 10 de mayo de 2009

¡Un hervor de educación ciudadana, por favor!


He de reconocer que no soy un amante de los animales, bastante tengo ya con tratar de convivir, comprender y amar a los “racionales” de mi especie. Por lo que se refiere a los perros me atraen los de tamaño grande, en especial los pastores alemanes, y sobre todo contemplarlos en su “hábitat” natural, en el campo. También aprecio a los perros “lazarillo” y a cuantos desempeñan labores de vigilancia, policía y humanitarias. Pero a los que detesto son a los perros falderos que habitan con sus dueños y que, consentidos por ellos, se apropian de las vías públicas molestando a los viandantes y ensuciándolas con sus excrementos. Pero lo que ya no puedo soportar es que un perro me moleste dentro de un establecimiento público.

Todo esto viene a cuento de un incidente que tuve hace unos días cuando fui a comprar el periódico al “Dados”. Resulta que entró una señora, por llamarla de alguna manera, acompañada de un perro que se dedicó a olisquearme los pantalones e incordiarme ante la pasividad de la dueña. Me dirigí a ella indicándola que retirará el animal de mi lado, a lo que me respondió indignada que su perro no me estaba molestando y que yo era un antipático. La expliqué que no se permitía la entrada de animales, a lo que ella, cada vez más enojada, dijo que no había ningún producto que estuviera sin envasar y que su perro podía estar allí tranquilamente.

Pero la cosa no quedó ahí, empezaron los insultos y las palabras soeces, ante la pasividad y perplejidad de Raúl, el propietario del establecimiento, y de algunos clientes. Menos guapo, me llamó de todo. Por mi parte, me fui calentando y la puse a caer de un burro. Estuvimos a punto de llegar a las manos. Menos mal que en un momento de calma pagué el periódico y abandoné el local no sin antes afearla su conducta y allí la dejé despotricando.

Su perfil personal no me es desconocido. Hace unos tres años tuve en el mismo lugar otra enganchada por el mismo motivo, con otra mujer de similares características, y con los mismos resultados. Y el año pasado, de nuevo me topé con otra y su perro, esta vez en la calle durante mi paseo, como si fuera un calco de las otras. Siempre una mujer, mayor de sesenta años, con cara de amargada, de un nivel cultural muy bajo, con un lenguaje soez, que acompañada de su puto perro se toma el mundo por montera, acostumbrada a que nadie la llame la atención.

Este incidente y el recuerdo de los dos anteriores, vino a reafirmar mi creencia de que a un gran número de españolitos les hace falta un “hervor” muy grande de educación ciudadana y canina.

Imagen de mujer


Hace ya más de un mes que no "posteo" sobre mis vivencias y avatares cotidianos. La verdad es que desde que inicié el blog a primeros de año mi actividad ha ido decreciendo de manera ostensible. Me conozco, empiezo las cosas con un afán desmesurado y poco a poco voy desinflándome, si bien en mi descargo he de decir que dispongo de poco tiempo al día para compatibilizar todo aquello que me gustaría realizar. Ahora estoy de nuevo inmerso en la lectura. Me apasiona la literatura y me entrego a ella como mínimo tres horas diarias con lo que agoto mi cupo de ocio.

El pasado viernes tuve que acercarme al Centro de Salud a por las recetas de mi dosis de medicamentos mensuales y allí me encontré con Ani que voluntariamente me ignoró. Ani es una de las dependientas de la sección de librería de El Corte Inglés que me atienden periódicamente. Es joven, rubia, muy mona y agradable, vive al lado de mi casa, está casada con un maestro y tiene una niña encantadora que se llama Anita. Por Raúl, el del “Dados”, me enteré que hace uno o dos años tuvo un aborto, y a través de una de sus compañeras supe el otro día que estaba de baja por maternidad. Te deseo que esta vez salga todo bien.

A la espera de ser llamado por la Doctora, me senté casualmente frente a ella. Cuando me di cuenta de su presencia observé que desde el primer momento tenía desviada la mirada hacia la ventana y así permaneció hasta que entró en la consulta acompañando a una mujer mayor, bajita, con toda la apariencia de ser de pueblo. Al salir de la consulta, volvió a desviar la mirada para no encontrarse con la mía y así evitar saludarme. Me intrigó muchísimo su comportamiento y puesto a romperme el coco deduje que lo hizo tal vez porque estaba avergonzada de que la viera en compañía de esa mujer que podría ser su madre, su suegra o su abuela. No le encuentro otra explicación, pues verme estoy completamente seguro de que me vio y reconoció.

Ani es una mujer que llama la atención, es elegante, tiene muy buen tipo, y a pesar del uniforme hay algo en ella que desprende clase y estilo. Vamos, que podría pasar por  hija de cualquier familia de clase media alta. Desconozco quien es su familia y de donde procede, pero tengo el presentimiento de que pudo sentirse avergonzada al verla en compañía de una mujer que delataba orígenes más humildes. Cierto que tenía una cara triste, como preocupada. Sus compañeras siempre que me ven por la calle me saludan y aunque a ella nunca la encontré fuera del lugar de trabajo estoy seguro de que también lo habría hecho desde que sabe quién soy. Voy a darte un margen de confianza Ani, ya que me desilusionaría mucho que rompieras la imagen que tengo de ti.

 

 

martes, 5 de mayo de 2009

"Shalimar el payaso"


"
Acabo de concluir la lectura de esta magnífica novela de Salman Rushdie (colección Debolsillo de Random House Mondadori, 504 páginas) cuyo argumento es el siguiente:

"Los Ángeles, 1991. El embajador Maximilian Ophuls es asesinado a plena luz del día en la puerta de la casa de India, su hija ilegítima, víctima del cuchillo de su chófer musulmán, originario de Cachemira, que se hace llamar Shalimar el payaso. Maximilian Ophuls es un héroe de la resistencia de la Segunda Guerra Mundial, un hombre de gran talento intelectual y fuerte atractivo erótico, ex embajador estadounidense en la India y jefe antiterrorista de Estados Unidos. A primera vista, el crimen parece ser de naturaleza política, pero pronto se descubre que el móvil no es tan simple. Esta es la historia de Max, su asesino y su hija, y de un cuarto personaje, la mujer que les une. Es un relato épico que se mueve entre California, Cachemira, Francia e Inglaterra. Por el camino encontramos historias de princesas raptadas por demonios, leyendas de reyes que defienden sus tierras del mal. En Shalimar el payaso hay bondad capaz de hacer milagros, pero también hay guerra sucia, inevitable e interminable. Y, como siempre, está el amor, conquistado y perdido, con su rara belleza y su mortal peligro".

Salman Rushdie nació en Bombay (1947), estudió en Rugby y Cambridge y se licenció en Historia. Trabajó como actor de teatro y escritor publicitario. En 1980, con su segunda novela, Hijos de la medianoche, obtuvo los premios Booker y James Tait Black  y en 1993 fue designada como el Bookers of Bookers (la mejor novela ganadora de este premio en el último cuarto del siglo XX) y recientemente ha ganado el Best of the Booker que se otorga a la mejor novela de la historia entre las que han recibido el Booker. Vergüenza galardonada en Francia con el Premio al Mejor Libro Extranjero. Los versos satánicos, distinguida con el Premio Whitbread a la mejor novela, donde llevó a cabo una apología del misticismo y una crítica mordaz y blasfema de la ortodoxia religiosa. Esta novela le valió una condena a muerte. Su cabeza tiene precio: 5.000.000 $. Desde entonces vive escondido y siempre con guardaespaldas.  El último suspiro del moro, El suelo bajo sus pies, y Furia. A ellos se unen los libros de relatos Oriente, Occidente y Harún y el mar de las historias (premio Writer's Guiad). En 1993 Rushdie obtuvo el premio nacional austríaco de literatura europea. En 2005 publicó Shalimar el Payaso. La encantadora de Florencia es su última novela.