martes, 29 de septiembre de 2009

La conciencia de Zeno


Acabo de concluir la lectura de “La conciencia de Zeno”, de Italo Svevo (Debolsillo, 472 páginas).

Una de las obras cumbre de la narrativa del siglo XX.

El elogio de sucesivas generaciones de lectores y sensibilidades críticas ha inclinado siempre el balance del más decidido aprecio hacia La Conciencia, considerada unánimemente, frente a las otras, como la novela más madura e innovadora de Svevo que, en su condición de escritor no profesional, supo recrear y prever, en su secreta dedicación a la escritura, todos los conflictos que la escisión de la conciencia del “yo” iba a introducir en las nuevas formas y contenidos de la novela del siglo XX.

Fractura, discontinuidad y pérdida de la estabilidad de los valores que habían alimentado a la narrativa precedente son las marcas más características de La Conciencia en términos hermenéuticos. Su contenido, informemente constituido en torno a unidades temáticas y no cronológicas, con exploraciones temporales que avanzan y retroceden en rápidos saltos según requerimientos del formato confesional y diarístico, se centra en las confesiones del personaje de Zeno Cosini.

El motivo de estas confesiones es la pretendida necesidad de cumplir las exigencias de una terapia psicoanalítica que libre a Zeno de sus recurrentes formas de neurosis. Bajo la advocación del psicoanálisis (pretexto textual por parte de un experto conocedor de los mecanismos de esta terapia como Svevo revela ser) se despliegan los conflictos del personaje principal en una, a menudo divertida, sucesión de episodios que oscilan desde lo trágico hasta la decididamente cómica interpretación de las contradicciones en los avatares existenciales y cotidianos de su entorno familiar.

La novela, llena de claves que desentrañar, permite acceder a una indiscutible cumbre de la literatura italiana y europea del siglo XX. Su riqueza de posibles lecturas (desde la simplemente orientada al disfrute del lector, hasta la más compleja lectura interpretativa) no ha dejado de ser así presentada a lo largo del último siglo.

Apreciada en su época por una minoría, fue James Joyce, amigo y profesor de Italo Svevo, quien subrayó por primera vez la extraordinaria calidad de esta obra, hoy mítica. Svevo nos presenta aquí, de un modo innovador y desconcertante, la historia de un hombre de negocios torpe y tristón, adúltero y, sobre todo, empedernido adicto a la nicotina. Para intentar dejar de fumar, su psicoanalista le recomienda que escriba sus memorias, cuyo resultado es este maravilloso libro.



Italo Svevo
, seudónimo de Ettore Schmitz, nació en Trieste en 1861 y murió en 1928 en Motta di Livenza. La primera novela de Svevo, Una vida (1892), fue revolucionaria por su analítico e introspectivo tratamiento de las agonías de un héroe fracasado, pero fue totalmente ignorada en su época, lo mismo que su siguiente obra, Senilidad (1898). Svevo había estado dando clases en una escuela comercial y, después del fracaso de Senilidad, decidió abandonar la escritura y dedicarse al negocio de cristalería de su padrastro. Afortunadamente, los negocios requerían que viajara a menudo a Inglaterra, donde pudo conocer a un personaje clave en su vida: James Joyce, quien se convertiría en su profesor de inglés en Trieste y en uno de sus mejores amigos. Joyce le leerá fragmentos de su libro, aún inédito, Dublineses, se entusiasmará con las dos novelas que Svevo ha escrito, le animará a volver a escribir y así, en 1923, verá la luz La conciencia de Zeno. Finalmente, mientras trabajaba en la continuación de la historia de Zeno Cosini, Italo Svevo murió en un accidente de automóvil en 1928.

viernes, 25 de septiembre de 2009

Historias de Berlín


Acabo de concluir la lectura de “Historias de Berlín”, de Christopher Isherwood (Debolsillo, 446 páginas).

En 1945 se publicó por primera vez la edición conjunta de dos títulos capitales en la narrativa inglesa de entreguerras, Mr Norris cambia de tren (1935) -germen de la película Yo soy una cámara- y Adiós a Berlín (1939) -inspiradora de la ya clásica Cabaret-, bajo el título genérico de Historias de Berlín.

La escritura minuciosa de ambas obras, llena de sutilezas pero simple en estructura, que deja una fuerte impronta sobre lo no escrito, conduce al lector a través del Berlín inmediatamente anterior a la Segunda Guerra Mundial. Le introduce en las antiguas casas burguesas convertidas en pensiones, donde los bohemios malviven. Le acompaña a los oscuros cafés-teatro, donde dudosos artistas comparten mesa con gigolós, prostitutas, timadores y rateros de circunstancia. Y le pasea por la parte alta de la ciudad, donde las clases acomodadas arias y judías se encastillan, mientras en los barrios bajos, la clase obrera, condenada al hambre, simpatiza con los nazis solo por tener algo con que llenar el estómago...

«El mejor prosista inglés de su tiempo.».GORE VIDAL



Christopher Isherwood
(1904-1986) nació en High Lane, Reino Unido. Educado en Repton School y Cambridge, donde conoció a W. H. Auden, con quien viajaría a China en 1938, abandonó sus estudios sin graduarse. Su primera novela, All the Conspirators, se publicó en 1928. En 1929 se fue a Berlín donde permaneció, trabajando como profesor de inglés, hasta la llegada de Hitler al poder en 1933. Después de una segunda novela, entre 1935 y 1939 publicaría las que han sido consideradas como sus obras fundamentales, conocidas genéricamente como Historias de Berlín: Mr Norris cambia de tren, Sally Bowles y Adiós a Berlín . Durante la década de los treinta también colaboró con W. H. Auden en tres obras de teatro. En 1939 abandonó el Reino Unido para instalarse en California y en 1946 obtuvo la nacionalidad estadounidense. Es la época de su interés por la metafísica y filosofía orientales, que fructificó en varias traducciones, entre ellas la del Bhagavad-Gita , y de su colaboración como guionista en Hollywood, en producciones como Cabaret (1972), basada en su novela Adiós a Berlín, o Yo soy una cámara (1955), basada en Mr Norris cambia de tren . Junto a estas obras capitales destacan las de carácter autobiográfico, como Christopher y los suyos (1976), en la que reveló la importancia capital que tuvo su homosexualidad en su obra.

martes, 22 de septiembre de 2009

El amante del volcán


Acabo de concluir la lectura de “El amante del volcán”, de Susan Sontag (Debolsillo, 472 páginas).

Ambientada en el Nápoles del siglo XVIII y basada en las vidas de sir William Hamilton, su famosa mujer, Emma, y lord Nelson, acompañados por muchas de las grandes figuras del momento, esta novela histórica poco convencional, firmada por una de las grandes pensadoras del siglo, nos habla del sexo y la revolución, del destino natural, del arte y de la obsesión del coleccionista, pero, sobre todo, del amor.

«Una novela de ideas apasionada, y a menudo radical, que contiene todos los placeres al viejo estilo de las novelas históricas tradicionales.» The New York Times

«Un examen apasionadamente feminista del cambio acaecido en la civilización occidental desde el Siglo de las Luces. El libro de Sontag es un dibujo radical y exquisitamente detallado de la Europa de las últimas décadas del siglo XVIII.» Chicago Sun-Times



Susan Sontag
(1933-2004), ensayista y novelista estadounidense, que se dio a conocer en la década de 1960 por sus análisis de los fenómenos culturales del momento.

Nació el 16 de enero de 1933 en Nueva York. Estudió en las universidades de California, Chicago, París y Harvard. En 1964 salió a la luz, en la revista Partisan Review, su artículo “Notas sobre el Camp”, un texto que tuvo una gran repercusión en los ambientes intelectuales y underground neoyorquinos y que fue ampliamente reseñado. La definición que en él proporcionaba del fenómeno camp (gusto por lo antinatural, artificioso y exagerado), así como sus análisis en escritos posteriores de fenómenos contemporáneos como las drogas, la pornografía, la música, el cine, la danza o el arte moderno, entre otros, hicieron de ella una autoridad en todo lo referente a costumbres estadounidenses de la década de 1960.

Sontag desarrolló una obra crítica, en la que examinó diversos aspectos sociales, culturales y políticos de la sociedad contemporánea. Se opuso a la guerra de Vietnam (1959-1975), donde fue corresponsal en 1968. Cuando se produjo la guerra de la antigua Yugoslavia, al inicio de la década de 1990, apoyó la intervención internacional. Entre 1993 y 1995 acudió a Sarajevo, donde impartió clases y montó una obra teatral. Defensora a ultranza de los derechos humanos, cofundó el Parlamento Internacional de Escritores, una asociación creada para apoyar a escritores víctimas de la persecución. Criticó también la actuación de su país tras los ataques terroristas del 11 de septiembre.

Sus libros exploran temas tan diversos como la política, la fotografía o la enfermedad. Sus ensayos se publicaron bajo títulos como Contra la interpretación (1966), Estilos radicales (1969), Sobre la fotografía (1977, premio Nacional de la Crítica), La enfermedad como metáfora (1978), una obra inspirada en su propia experiencia con el cáncer, Bajo el signo de Saturno (1980), El sida y sus metáforas (1987), Where the Stress Falls (2001) y Ante el dolor de los demás (2003). También escribió las novelas El benefactor (1963), Equipo mortal (1967), El amante del volcán (1992) y En América, obra por la que obtuvo el Premio Nacional del Libro en 2000. En 1978 publicó una recopilación de sus relatos en Yo, etcétera. Asimismo, fue autora de guiones para cine y teatro, y editó volúmenes antológicos de la obra de Roland Barthes y Antonin Artaud.

Sontag fue distinguida en 2003 con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, junto a la escritora marroquí Fátima Mernissi, por la “profundidad de pensamiento y calidad estética” de su obra, con la que abordan “cuestiones esenciales de nuestro tiempo desde una perspectiva complementaria en el diálogo de las culturas”. Susan Sontag falleció el 28 de diciembre de 2004 en Nueva York.

jueves, 17 de septiembre de 2009

La negra noche


Acabo de concluir la lectura de “La negra noche”, de Iris Murdoch (Debolsillo, 700 páginas).

Pasó en Londres y era de noche: Lucas Graffe creyó haber matado a un hombre, pero la realidad se encarga ahora de desbaratar sus planes y de obligarle a un acto de expiación insólito. Le acompañan en esta experiencia vital su hermano y un grupo de amigos más o menos fieles, más o menos cuerdos, pero todos absolutamente extravagantes y dispuestos a hacer pequeñas locuras con tal de dar sabor a su trajín diario. Así, mientras seguimos a Lucas en su búsqueda del perdón, conoceremos al apocado Clement, a Louise y a sus hijas, a la inolvidable Joan, a Bellamy James, y a tantos otros, que llenan con sus cuitas las calles de Londres, una ciudad que parece respirar aquí un aire especial que la hace más seductora que nunca. Si la venganza es un plato que se sirve frío, Murdoch nos ofrece en La negra noche un festín de altos vuelos que nos devuelve el gusto por la literatura.

"Una novela tan hermosa y rica como las mejores obras de Shakespeare." The Independent



Iris Murdoch
(1919-1999) nació en Dublín. Estudió en la Badminton School de Bristol y posteriormente se licenció en lenguas clásicas en la Universidad de Oxford. En Cambridge estudió filosofía, materia que a partir de 1948 impartiría en Oxford, donde vivió la mayor parte de su vida. En 1956 se casó con John Bayley. Su extensa obra abarca novela, ensayo, poesía y teatro. De entre las veintiséis novelas que escribió cabe destacar Bajo la red, El mar, el mar (Premio Booker 1978), La negra noche, El caballero negro, El sueño de Bruno, Amigos y amantes y Una derrota bastante honrosa, así como el ensayo Sartre. Un racionalista romántico.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Hermosos y malditos


Acabo de concluir la lectura de "Hermosos y malditos", de Francis Scott Fitzgerald (Debolsillo, 526 páginas).

Este clásico, aparecido hace ochenta años, sigue siendo el más deslumbrante retrato de la Norteamérica de los años veinte.

Retrato de los felices años veinte, de la llamada Jazz Age, Hermosos y malditos parte de la historia de una pareja de recién casados, Anthony Patch, de Nueva York, y Gloria Gilbert, de Kansas City, punto de partida que escoge Francis Scott Fitzgerald para describir la decadencia de un matrimonio y de una sociedad hedonista donde la belleza y la fortuna son siempre demasiado fugaces. Muchos años después de su aparición, este clásico sigue siendo el más deslumbrante retrato de la alta sociedad norteamericana, de sus glorias y miserias; un retrato que trasciende su época y se erige en universal.



Francis Scott Fitzgerald
(1896-1940) nació en Minnesota, Estados Unidos. Es uno de los más destacados representantes, junto a William Faulkner, Ernest Hemingway y John Dos Passos, de la Generación Perdida. Inició su carrera literaria con A este lado del Paraíso (1920), obra que le proporcionó un éxito inmediato. En 1922 publicó Cuentos de la era del jazz, colección de relatos donde se satirizan diversos aspectos de la vida norteamericana. El gran Gatsby, Suave es la noche y Hermosos y malditos son las tres grandes obras que lo encumbraron como uno de los mejores autores estadounidenses del siglo XX. Con carácter póstumo se publicó El jactancioso, colección de ensayos de signo autobiográfico.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Tierra roja y lluvia torrencial


Acabo de concluir la lectura de “Tierra roja y lluvia torrencial”, de Vikram Chandra (Debolsillo, 684 páginas).

Abhay, un estudiante hindú recién llegado de Estados Unidos, hiere de un disparo a un mono ladrón que frecuenta el tejado de la casa de sus padres cerca de Nueva Delhi. El impacto que recibe el animal es tan fuerte que recupera su conciencia humana: en una existencia anterior fue Sanjay, un poeta del siglo XIX que ahora, reencarnado en mono y herido, si no desea morir deberá contar cada día un relato diferente, que resultará ser un gran repaso por la historia de la India. Su voz se turnará con la de Abhay, que comparte sus experiencias de desarraigo, pero en su caso en los Estados Unidos de la década de 1990.

«Vikram Chandra es un escritor que leo desde hace tiempo. Siempre me ha gustado y siempre le he envidiado. La envidia es un buen test para detectar si hablamos de un gran escritor.» Salman Rushdie



Vikram Chandra
(Nueva Delhi, 1961) estudió en el Mayo College de Ajmer, en Rajasthan, y Escritura Creativa en el Pomoma College de Claremont, cerca de Los Ángeles. Divide su tiempo entre Bombay y Berkeley, California, donde enseña escritura creativa en la universidad. Tierra roja y lluvia torrencial, su primera novela, alcanzó un notable éxito de crítica en Inglaterra, Estados Unidos y la India y mereció los premios Commonwealth Writers 1996 a la mejor ópera prima y David Higham 1995 a la mejor obra de ficción en el Reino Unido. Con su segundo libro, una colección de relatos titulada Amor y añoranza en Bombay, consiguió de nuevo el premio Commonwealth Writers 1997.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Manhattan Transfer


Acabo de concluir la lectura de "Manhattan Transfer", de John Dos Passos (Edhasa, 564 páginas).

"Manhattan Transfer" narra fragmentos de la vida de una amplísima galería de personajes que tienen como denominador común el espacio y el tiempo en el que se mueven, el Nueva York de los años veinte, así como el principal objetivo de la mayoría de ellos: la obtención rápida y lo más fácil posible de obtener dinero. Lo que marca una clara línea de separación entre ellos es la altura a la que sitúan su listón moral. El hecho de que los personajes representen las más diversas capas sociales (trabajadores portuarios, camareros de grandes hoteles, prostitutas, traficantes de alcohol, abogados, sindicalistas...) y las más alejadas procedencias (franceses, irlandeses, caribeños, etc.) confieren a esta obra el carácter de monumental retrato de una ciudad. La técnica literaria de collage, que en su momento fue un auténtico hallazgo, sigue funcionando a la perfección y es una de las causas principales de que se considere ésta como la mejor de las novelas de Dos Passos. Esta edición incorpora, a modo de apéndice, el prólogo que el traductor, José Robles Pazos, escribiera para la primera edición española, en la que hace una valoración de la obra precedente de Dos Passos.



John Dos Passos (1896-1970)

Escritor estadounidense representativo de la "generación perdida, o maldita" junto a Faulkner, Hemingway, F.S. Fitzgerald, Steinbeck, y otros, cuyas novelas, amargas y profundamente impresionistas, atacan la hipocresía y el materialismo de los Estados Unidos entre las dos guerras mundiales y tuvieron una honda influencia en varias generaciones de novelistas europeos y estadounidenses. Dos Passos nació el 14 de enero de 1896 en Chicago y estudió en la Universidad de Harvard. Su experiencia como conductor de ambulancias en Francia durante la guerra le sirvió como telón de fondo de su primera novela, Iniciación de un hombre: 1917 (1920). El reconocimiento de la crítica y del público le llegó con su siguiente novela, amarga y antibelicista, Tres soldados (1921). Manhattan Transfer (1925), una visión panorámica de la vida neoyorquina entre 1890 y 1925, tuvo un éxito inmenso. Esta poderosa novela, construida con fragmentos de canciones populares, titulares de prensa, pasajes de monólogo interior y fragmentos naturalistas de las vidas de una multitud de personajes sin relación entre sí, determinó el estilo de las mejores de sus últimas novelas. Su trilogía USA (reunida en 1938), en el mismo estilo, amplió su panorama para abarcar todo el país. Comprende las novelas El paralelo 42 (1930), 1919 (1932) y El gran dinero (1936), y describe el crecimiento del materialismo estadounidense desde la última década del siglo pasado a la Gran Depresión. Tras la publicación de USA, Dos Passos sufrió un cambio en su filosofía. Dadas sus dotes observadoras, viajó por Europa, Oriente Próximo y Marruecos como periodista y el resultado fue una gran desilusión política que plasmó en otra trilogía, Distrito Columbia, compuesta por Hombre joven a la aventura (1939), El número uno (1943) y El gran proyecto (1949). Continuó escribiendo mucho: varias novelas, libros de observaciones personales, de historia, biografía y viajes. El mejor recibido fue Mediados de siglo (1961), una novela que retomaba la técnica caleidoscópica de sus primeros éxitos para narrar otra visión panorámica de la posguerra en Estados Unidos. En el momento de su muerte, el 28 de septiembre de 1970, en Baltimore (Maryland), Dos Passos había terminado la mayor parte de una novela, La crónica decimotercera. Póstumamente se publicó Isla de Pascua (1971), un libro de viajes, y La crónica decimocuarta (1973), sus diarios y correspondencia. El relato de Dos Passos sencillo y directo con un fondo crítico y social, que busca además una totalidad cultural, influyó mucho en escritores europeos y americanos como en el peruano Ciro Alegría, o en los españoles Camilo José Cela y Juan Benet.