domingo, 30 de enero de 2011

PRIMAVERAS Y OTOÑOS


Acabo de concluir la lectura de PRIMAVERAS Y OTOÑOS, de Baltasar Porcel (Compactos-Anagrama, 238 páginas).

En un apartado rincón de Mallorca, la familia Taltavull se ha reunido para la cena de Nochebuena en el viejo caserón familiar. Durante una larga noche se irán hilando las conversaciones y los recuerdos de las generaciones reunidas para la fiesta: leyendas tan antiguas como la del buque fantasma, anécdotas narradas por los pa-rientes viajeros, viejas disputas entre clanes, toda la picaresca de la guerra civil, los amoríos, ensoñaciones y rivalidades, irán cobrando vida mientras se sirve un opíparo banquete. Primaveras y otoños es un retrato cáustico y tierno de Mallorca y los mallorquines así como de todo ese mundo mediterráneo, que Porcel ha recreado aquí con una prosa sensual. Pero nadie cuenta historias por contarlas, sino para entender el mundo, sobre todo esas zonas oscuras –el sexo, la muerte– que desde la Grecia antigua obsesionan a los diversos pueblos de este mar. Premio Sant Jordi de novela.



Baltasar Porcel y Pujol (Andratx, Mallorca, 1937 - Barcelona, 2009) es uno de los escritores de más envergadura de toda la historia de la literatura catalana. Tanto por la calidad de su obra como por su versatilidad y cantidad. Se conoce a Porcel principalmente como novelista aunque también ha cultivado – sólida, audaz y rigurosamente- otros muchos géneros: teatro, cuento, crónica de viajes, ensayos históricos y políticos, entrevistas a personajes importantes en el mundo político y artístico, así como artículos de opinión, que practica a diario desde 1982 en La Vanguardia, en una columna en que la reflexión inmediata – y, a menudo, controvertida – suscitada por la coyuntura del día a día no impide un análisis profundo ni un pensamiento de gran alcance, sólido y complejo.

Andratx y Mallorca, pueblo e isla dónde Baltasar Porcel nació y pasó sus primeros años de vida, padecieron, durante las décadas de los 40 y los 50, las penurias de una posguerra (la guerra civil duró del 36 al 39) que, de hecho, no hicieron más que acumularse a una larga serie de penurias históricas, incluyendo desde una pobreza casi endémica hasta la inevitable dureza que comportaba el trabajo de campo. Andratx, donde creció Porcel, era un lugar dominado por la naturaleza, la presencia del mar, los montes, los chaparros, los ciclos del campo. También eran fundamentales los lazos familiares, el calor clánico, las fetes experiencias en el mar, batallas de piratas turcos y norteafricanos – de unos antepasados que, a través del recuerdo relatado de aquellos que los conocieron, permanecieron vivos. Era un mundo en que predominaba la fatalidad, y la subsistencia era el único objetivo, aunque también se daban oportunidades para los más osados y ambiciosos: la emigración a Cuba o el contrabando, por ejemplo. O la lectura y la ambición literaria. Ese ambiente y estos elementos tuvieron unos efectos decisivos en Porcel, no sólo en su personalidad, sino también en toda su obra: buena parte - ¿la más importante? – de su obra novelística consiste en la recreación mística – apasionada y aventurera, imaginativa y trágica a su vez – de esa Mallorca atávica y arisca.

A los diecisiete, Porcel se traslada a Palma, donde frecuenta ciertas tertulias literarias y entabla una fuerte relación con Llorenç Villalonga. Sin embargo, siente decepción por el mundo cerrado y algo provinciano de Palma y decide partir a Barcelona. Aunque ya había visto publicadas sus primeras obras – Los condenados , Solnegro – y recibidos sus primeros premios, encarrila totalmente su vocación cuando se instala en la capital catalana. Además, la casualidad quiso que Porcel asistiera al Consell de guerra celebrado contra Jordi Pujol, futuro presidente de la Generalitat de Catalunya, lo cual fue inicio de una larga amistad y una complicidad política que duro muchos años. A finales de los 60, Porcel empieza a colaborar en las revistas Serra d'or y Destino , en que destacan sus entrevistas a grandes personajes catalanes y españoles de la época. Así conoce a Josep Pla, que se convierte, más que Villalonga, en su gran maestro: modelo de profesional consagrado al propio trabajo, autor de una vasta y laboriosa obra.

A finales de los 60 y principios de los 70, Porcel abre definitivamente su campo de acción. En el autor despierta el interés por los grandes acontecimientos que tienen lugar alrededor del mundo, desde el París de mayo del 68 pasando por la China de Mao y la California hippie ; países y sucesos que el autor conoce de primera mano debido a sus innumerables viajes que le proporcionan un enorme material literario. Paralelamente a esta vida cada vez más agitada y expansiva, Porcel se consolida como novelista poderoso ( Caballos hacia la noche , uno de sus grandes hitos, del 75) y como intelectual a tener en cuenta, sagaz e incisivo, con capacidad y lucidez para incidir y maniobrar en la realidad.

Es así como se definen los tres planos de actuación vital e intelectual de Baltasar Porcel, que son: a) la Mallorca íntima que el creador convierte en novela; b) la Cataluña y la España sociopolíticamente convulsas y complejas que el opinador cuenta e influye (en que destaca, por su relevancia, la amistad que unió Porcel con el rey Juan Carlos durante la transición y la primera época democrática); c) el vasto mundo que conoce de pies a cabeza el viajero impenitente. Precisamente, es a finales de los 70 y principios de los 80, cuando Porcel queda marcado tanto a nivel íntimo como creativo por su gran hallazgo: África negra, lugar donde viaja reiteradamente y que queda plasmado en el año 1984 en una de sus novelas a caballo del clásico de aventuras y de la letanía existencial, titulada Les illes encantades ; una recopilación del material de no-ficción con el que había dibujado y relatado las Baleares y su relación con estas. Las Baleares, patria de origen, y el mundo como patria de llegada; las novelas como el eje de una obra en que libros de otros géneros también adquieren una enorme calidad: Porcel es hijo y hermano, sin lugar a dudas, de todos los creadores que aspiraron a lo absoluto.

Durante los 80 y los 90, el autor de Antratx participó activamente en la dinámica del mundo sociopolítico catalán y español. Seguía escribiendo en la prensa, colaborando – desde la crítica constructiva con el presidente Pujol, y seguía escribiendo sus novelas que le seguían aportando más premios. En el año 1988 gana el Sant Jordi con Primaveras y otoños , el núcleo fundamental junto con Corazón de jabalí de lo que se ha llamado como “el mito de Andratx”. Durante esos meses Porcel funda i dirige, además, l'Institut Català de la Mediterrània , una apuesta personal a favor del conocimiento y la interrelación entre los pueblos del Mediterráneo.

De este fervor mediterráneo, que Porcel siempre ha abanderado, surge uno de sus libros más espectaculares: Mediterráneo . Tumultos del oleaje , sería para el Mediterráneo lo mismo que El Danubio de Magris para el gran río homónimo.

A partir de sus experiencias como agente del sistema sociopolítico Porcel ha elaborado un tipo de novela que nada tiene que ver con el mito de Mallorca o con las aventuras del mundo que durante las décadas de los 60, 70 y 80 predominan en su obra. Un tipo de novela realista, cruda y brutal aunque también sarcástica y burleta, a menudo protagonizada por personajes amargos, abatidos y cínicos que analizan y relatan con sórdido desencanto las miserias de una vida barcelonesa en cuestión ( Lola y los peces muertos , Ulises en alta mar ) y la Mallorca devastada por el turismo ( Olympia a medianoche ).

Estas obras se convierten en la prueba definitiva de la heterogeneidad del talento de Porcel: antiguo y moderno a la vez, comparable a Homero y Heráclito así como a Faulkner, Camus y Céline. En el 2007, recibe el Premi d'Honor de las Letres Catalanes .

miércoles, 26 de enero de 2011

TODO POR UNA CHICA


Acabo de concluir la lectura de TODO POR UNA CHICA, de Nick Hornby (Anagrama-Compactos, 302 páginas).

Sam está a punto de cumplir los dieciséis años y su pasión es el skate. Vive en el norte de Londres con su madre, una joven divorciada. A pesar de los temores de la adolescencia, a Sam las cosas no le van del todo mal. Ha superado el duro período de la separación de sus padres y los problemas con las odiadas matemáticas. Y ha conocido a Alicia, se han enamorado, y están en los eufóricos días del primer amor y de la primera vez. Pero, a pesar de tanta excitación, el chico no se siente muy optimista. Sucede que en su familia siempre tropezaron con el primer peldaño, y a veces ni siquiera encontraron la escalera. O sea que entre los suyos parece haber un gen que les impide cumplir los sueños de ascender en la escala social. Y Sam se enterará de lo que todo el mundo sabe, que lo que más secretamente tememos siempre sucede. O sea que tendrá que vérselas con una iniciación a la vida muy movida. Y unos cuantos peldaños con los que tropezar...

«El gran tema de Nick Hornby ha sido siempre la adolescencia perpetua que aflige a tantos hombres, o quizá a todos, como afirman algunas mujeres. Ahora ha escrito una novela sobre verdaderos adolescentes... y es encantadora, conmovedora, irónica y divertida, como todo lo que él hace» (David Sexton, Evening Standard).

«Nick Hornby es capaz de levantar una de sus fábulas urbanas contemporáneas y de adornarla con la principal virtud de su literatura: el encanto» (Pablo Martínez Zarracina, El Norte de Castilla).



Nick Hornby (Maidenhead, 1957), licenciado por la Universidad de Cambridge, ha ejercido de profesor y periodista y ha colaborado en publicaciones como Time Out, The New Yorker y The Independent. Autor de novelas de temática variada, se caracteriza por su escritura ágil y aguda, con un gran sentido del humor. La música está presente en todas sus novelas. Entre sus novelas destacan: Fiebre en las gradas (1992); Alta fidelidad (1995); Érase una vez un hombre (1998); Cómo ser buenos (2002); Un gran chico (2002); 31 canciones (2003); En picado (2005); Todo por una chica (2009); Juliet desnuda (2010).

lunes, 24 de enero de 2011

EL ROMANCE DE LEONARDO


Acabo de concluir la lectura de EL ROMANCE DE LEONARDO, de Dmitri Merezhkovski (Edhasa-Pocket, 689 páginas).

En el último tiempo Leonardo da Vinci ha estado en el centro de las noticias comentarios, desde que Dan Brown popularizó su novela El Código da Vinci ha venido una avalancha de textos, análisis y muestras sobre el genio renacentista. Sin embargo, una novela notable sobre el gran Leonardo fue escrita mucho antes de estas modas, en el último lustro del siglo XIX, en la Rusia Zarista y cuyo autor es el notable intelectual ruso Dmitri Merezhkovski que trazó un vívido y veraz retrato del Renacimiento en su obra. Se trata de El Romance de Leonardo.

En este libro, su extraordinaria erudición y su talento literario le permitieron tejer una de las semblanzas más notables que se pueden hallar del hombre que tan genialmente retrató a Lisa Gherardini, esposa de Francesco del Giocondo. En definitiva, más allá de las intrigas de las suposiciones, de las verdades a medias, de las sospechas sin confirmar o de las tramas ocultistas, esta novela biográfica sobre Leonardo se sostiene hace más de un siglo, con justicia, como una obra que vale la pena leer para entender el verdadero espíritu de esta época y la genialidad que da Vinci representó en él.

La historia empieza cuando una misteriosa expedición de algunos ciudadanos florentinos busca en una colina próxima a la ciudad, en una noche a finales del siglo XV, estatuas greco-romanas enterradas. Tras algunas peripecias el grupo consigue localizar una valiosa imagen de Venus. Así es como el Renacimiento se nos aparece a través de estas páginas como la admiración por un mundo antiguo perdido, que en este caso es necesario arrancar de las profundidades de la tierra. Esta admiración implica también una visión nueva de la belleza y aporta a aquellos hombres una concepción distinta del cosmos. Sus conversaciones entusiastas y también el conflicto inevitable con los clérigos que finalmente se incorporan a la escena, representantes de la vieja mentalidad medieval que se resiste a desaparecer, retratan a la perfección la tensión de aquel tiempo.

Esta novela, publicada originalmente en 1896, se integra en un ambicioso proyecto de narraciones históricas con las que Merezhkovsky trataba de expresar sus convicciones estéticas, Sin embargo actualmente ofrece una imagen genial de un lugar y un momento cruciales en la evolución del arte universal: lo que pasaba en el norte de Italia entre los siglos XV y XVI.

Tras la introducción comentada, el libro nos describe a Leonardo maduro, cincuentón, en Milán bajo las órdenes de Ludovico el Moro, hijo de Francesco Sforza, y sigue después su traslado a Roma al servicio de los Borgia, su regreso a Florencia y a Milán, y sus últimos años en Francia. En otros capítulos se rememora su infancia y juventud en Florencia. Todas las inquietudes de Leonardo están en esta novela biográfica de Merezhkovski, el seguidor de Leon Battista Alberti que busca en las matemáticas el fundamento común de las ciencias y las artes, el sabio que estudia las leyes de la física y en secreto disecciona cadáveres para conocer la anatomía humana, el devoto de la belleza que cree que ésta debe plasmarse en la pintura a través de un reflejo perfecto de la realidad, pero también el ser humano que vivió atrapado en medio de tiempos difíciles, arrastrado por los vaivenes de la política.

Pero también muestra al artista disperso e inconstante que es incapaz de acabar muchas de sus obras, sin olvidar las contradicciones del amante de los animales y vegetariano convencido que no tiene inconveniente en trabajar como ingeniero militar a las órdenes de César Borgia y diseñar para él los artefactos más mortíferos de la época. Todas las dudas y conflictos de Leonardo quedan ante nuestros ojos en esta novela cuyo mérito principal es la aproximación humana a alguien que ha sido visto casi siempre desde la distancia con que se venera el genio de un mito.

Otro atractivo del libro es la sólida reconstrucción histórica que nos ofrece la presencia de un gran número de personajes secundarios para la novela, pero de gran relevancia histórica. Así son retratadas las cortes de protectores de Leonardo como Ludovico el Moro, César Borgia, Francisco I de Francia o los papas Alejandro VI y León X. Girolamo Savonarola y Nicolás Maquiavelo, buen amigo de Leonardo, son mostrados también con su complicada personalidad. Discípulos como Giovanni Beltraffio o Francesco Melzi, y Andrea Verrocchio, su maestro-discípulo en la primera etapa florentina, son actores importantes, aunque es la aparición de los genios más jóvenes que compiten con él lo que marca el momento culminante de esta obra. En efecto, hacia el final del libro aparece trío que forman Leonardo, Miguel Ángel y Rafael, y nos los describe cuando eran vecinos en Roma entre 1513 y 1516.

Sabidas las disputas estéticas entre los tres genios, Merezhkovsky toma abiertamente partido por Leonardo. Así las cosas, la pintura de Rafael se muestra como una armonía fácil que escondía una acrítica sumisión al poder, mientras que la de Miguel Ángel como una visión tan caótica y casi violenta que deja de lado una de las metas fundamentales del arte. Cuando visita la Capilla Sixtina, Leonardo, a pesar de su honda admiración “tenía conciencia de que él aspiraba a algo más grande, más elevado que Buonarroti: a esa unión, a esa suprema armonía que éste en perpetua discordancia, en su rebelión, en su ímpetu, en su caos, no conocía ni quería conocer.” Se descubre aquí lo que resulta ser el velado objetivo del libro, la defensa de un arte que partiendo de la realidad se traza el desafío y es capaz de trascenderla.



Dmitry Merezhkovski (1865-1941)

Es uno de los más brillantes escritores y críticos literarios rusos del siglo XX. Autor del célebre manifiesto del simbolismo ruso y de dos penetrantes ensayos de crítica literaria (Tolstoi y Dostoyevski) debe sobre todo su prestigio a las novelas históricas Pedro el Grande y el príncipe Alexei y El romance de Leonardo.

Fue un hombre inquieto que reivindicó siempre el papel de la imaginación y el misticismo en el arte, llegando a liderar un movimiento de “cristianos espirituales” que se oponían a la Iglesia Ortodoxa Rusa. Aunque apoyó las revoluciones de 1905 y de febrero de 1917, con la toma del poder por los bolcheviques se exilió en Francia, y colaboró activamente con los blancos.

domingo, 16 de enero de 2011

MENTIRA


Acabo de concluir la lectura de MENTIRA, de Enrique de Hériz (Edhasa-Pocket, 637 páginas).

Isabel García Luna es dada por muerta en Guatemala mientras lleva a cabo unas investigaciones antropológicas, y ella no tiene ningún interés en deshacer el entuerto. Así arranca una de las novelas más exitosas de los últimos años, y a partir de este punto de partida se van desgranando una buena cantidad de historias paralelas en las que siempre hay un cierto grado de mentira, de mitificación o de ocultación de datos indispensables para una cabal comprensión de lo sucedido.

Una serie de confusiones hacen que sus hijos preparen incluso la repatriación de sus cenizas, y a raíz de ello se escarbe en la memoria familiar y empiecen a surgir aspectos oscuros y mitificados. Muchas son las historias que se cuentan, pero algunas de ellas muy divertidas, de dudosa veracidad, como poco a poco va demostrándose...

Habilidad narrativa, argumento poderoso, agudeza en la exploración de la naturaleza humana y elaborada fluidez en la prosa son algunos de los rasgos que han hecho de Mentira una obra de alcance universal. Una novela que ha traspasado las fronteras y se está traduciendo a más de 10 lenguas diferentes. NOVELA GANADORA PREMI LLIBRETER 2004.



Enrique de Hériz (Barcelona, 1964)

Estudió Filología Hispánica en la Facultad de Letras de la Universidad de Barcelona. Ha trabajado gran parte de su vida en el mundo editorial, llegando a ser director de una editorial, y también se dedica a la traducción. Comenzó a publicar en 1994. Otras obras suyas son: El día menos pensado (1994); Historia del desorden (2000; Sorda pero ruidosa (2003) Premio UNED de narrativa breve.

domingo, 9 de enero de 2011

EL HARÉN DE LA SUBLIME PUERTA


Acabo de concluir la lectura de EL HARÉN DE LA SUBLIME PUERTA, de Alfred Shmueli (Pocket-Edhasa, 374 páginas).

Es una apasionante novela basada en los hechos que tuvieron como escenario el harén imperial de Topkapi a principios del siglo XVII, durante los reinados de los sultanes Murat IV y su hermano Ibrahim el Loco.

A través de los ojos de un joven africano que es secuestrado y enviado al harén imperial de Topkapi (Estambul), donde tendrá una carrera ascendente, Alfred Shmueli presenta uno de los ambientes más fascinantes y desconocidos que imaginarse pueda. Las rencillas entre las favoritas del sultán, las atroces costumbres, el contraste entre el lujo y la ostentación de palacio y la miseria de ciertos barrios de Estambul está perfectamente reproducido, y a ello hay que añadir el interés de la historia de aprendizaje del joven Jaja y la entidad de los secundarios (visires, mujeres del harén, eunucos, etc.) lo que en conjunto hace de esta obra la mejor novela sobre el Imperio Otomano.



Alfred Shmueli nació en Bagdad, donde realizó sus primeros estudios. Encarcelado por las autoridades iraquíes bajo la acusación de sionismo, consiguió escapar a Irán y desde allí a Israel estudiando Derecho, Filosofía e Historia en la Universidad Hebrea. Trabajó como analista financiero en el periódico Ha’retz. En 1969 se trasladó a Londres, donde vive dedicado a su trabajo como escritor y lector en la universidad. Entre sus obras figuran: El harén de la sublime puerta; El asesino de Selim III y O Papa o Rey. La excomunión de Venecia y la guerra de los treinta.

jueves, 6 de enero de 2011

LA TAZA DE ORO

Acabo de concluir la lectura de LA TAZA DE ORO, de JOHN STEINBECK (Edhasa-Pocket, 229 páginas).



Henry Morgan (1635-1688) es uno de los piratas más famosos y controvertidos surgidos en una época extraordinaria, en la que la piratería era una actividad legal y patriótica que formaba parte de la guerra entre España e Inglaterra. Elegido almirante por los bucaneros en 1666, dirigió una expedición que destruyó Puerto Príncipe y Porto Bello, pero el premio Nobel John Steinbeck se centra en la conquista de Panamá (la Taza de Oro), de donde Morgan se retiró con un abundante botín, para construir una apasionante novela histórica.



John Steinbeck

(EEUU, 1902-1968)

Escritor estadounidense, galardonado con el Premio Nobel. Steinbeck describió en su obra la eterna lucha de las gentes que dependen de la tierra para sobrevivir. Nació el 27 de febrero de 1902 en Salinas (California), y estudió en la Universidad de Stanford. Durante su juventud trabajó como bracero y recolector de fruta. En La taza de oro (1929), Steinbeck narra la vida y las hazañas del famoso pirata galés del siglo XVII Henry Morgan. A continuación publica Las praderas del cielo (1932), una colección de relatos que describe la vida en una comunidad de granjeros del sur de California. En esta novela aborda por primera vez los temas sociales que caracterizan la mayor parte de su obra. Entre sus primeros libros cabe citar A un dios desconocido (1933), la historia de un granjero cuyas creencias en el culto de la fertilidad pagano le llevan a sacrificar su propia vida durante una época de terrible sequía; Tortilla Flat (1935), un relato entre picaresco y romántico sobre los emigrantes mexicanos establecidos en los alrededores de Monterrey (California); Una vez hubo una guerra (1936), la historia de una huelga de recolectores de fruta, y La fuerza bruta (1937), la patética historia de dos braceros itinerantes que luchan por conseguir su propia granja. La obra más popular de Steinbeck es Las uvas de la ira (1939, Premio Pulitzer en 1940), el triste relato de una familia procedente de una empobrecida región de Oklahoma que emigra a California durante la depresión económica de los años treinta. Esta controvertida novela, recibida como un conmovedor documento de protesta social, se ha convertido en un clásico de la literatura estadounidense. Otras obras dignas de mención son: La luna se ha puesto (1942), Los arrabales de Cannery (1944), El ómnibus perdido (1947), El invierno de nuestro descontento (1961) y Norteamérica y los norteamericanos (1968). En 1962 escribió Viajando con mi perro, un relato autobiográfico de un viaje por Estados Unidos en compañía de un caniche. Otra faceta importante en Steinbeck es la de escritor de relatos cortos con una gran carga de sentimentalidad y estilo esteticista como pueden ser las dos joyas literarias La perla(1947) o El pony rojo (uno de los cuatro cuentos de El valle largo, 1938). El cine también le interesó y escribió el guión de Viva Zapata (1952) dirigida por Elia Kazan que también llevó a la pantalla en 1955 la novela de Steinbeck Al este del Edén (1952). Sobre México, la conquista y la Revolución Mexicana escribió ensayos y novelas como La perla —que filmó el director mexicano Indio Fernández— y Por el mar de Cortés (1951). En 1962, Steinbeck recibió el Premio Nobel de Literatura. Murió en Nueva York, el 20 de diciembre de 1968. Su interpretación moderna de las leyendas artúricas se publicó póstumamente bajo el título de Los hechos del Rey Arturo y sus nobles caballeros (1976). Steinbeck, una de las principales figuras literarias desde la década de 1930, convirtió la dignidad de los pobres y los oprimidos en el tema central de su obra. Sus personajes, atrapados en un mundo injusto, siguen siendo seres humanos agradables y heroicos, a pesar de su derrota.





miércoles, 5 de enero de 2011

EL MISMO MAR DE TODOS LOS VERANOS


Acabo de concluir la lectura de EL MISMO MAR DE TODOS LOS VERANOS, de ESTHER TUSQUETS (Compactos Anagrama, 229 páginas).

El mismo mar de todos los veranos es una obra pionera en su estructura y en su temática. A diferencia de sus contemporáneos que eludían el argumento buscando la complejidad de la construcción, Esther Tusquets se limita a referir los sucesos que conforman la biografía del personaje. En cuanto al tema, es una novela de notorio erotismo que trata sobre relaciones lesbianas con una franqueza avanzada e insólita en nuestras letras.

Una primera novela deslumbrante que consagró de inmediato a Esther Tusquets como una de las grandes revelaciones de la literatura española de las últimas décadas. Escrita en un castellano suntuoso y eficaz al mismo tiempo, narra un proceso hacia la indiferencia y la autodestrucción: la narradora descubre paulatinamente que su realidad es una mera reducción de la vida y el amor un sueño irrealizable en el que siempre traicionamos o nos traicionan. Quizá sea El mismo mar de todos los veranos la primera novela amoral que produce la literatura española en muchos años, o al menos la primera novela escrita al margen de los valores de la moral judeocristiana que continúan rigiendo nuestra sociedad. Los personajes de Esther Tusquets no proponen otra norma de conducta que la conquista imposible, por otra parte de la felicidad.



Esther Tusquets nació en Barcelona el 30 de Agosto de 1936. Estudió en el Colegio Alemán y, en las Universidades de Barcelona y Madrid, estudia Filosofía y letras, especialidad Historia. Dio clases de literatura e historia durante varios años en la Academia Carillo.

A principios de los sesenta, siguiendo los pasos de su padre se encarga de la dirección de la editorial Lumen. Como la directora de Editorial Lumen desde los años sesenta, Esther Tusquets ha participado en, y en cierto modo determinado, el campo literario durante los últimos años. En su último libro, publicado por la editorial dirigida por su hija Milena, Confesiones de una editora poco mentirosa, narra sus recuerdos de su dilatada experiencia editorial.

Su carrera literaria se desarrolla tardíamente, ya que empezó a publicar tarde. En 1978 aparece su primera novela, El mismo mar de todos los veranos, la cual inicia una trilogía que continúa en 1979 con El amor es un juego solitario, ganadora del Premio Ciudad de Barcelona, y termina con Varada tras el último naufragio en 1980.

La narrativa de Tusquets se mueve en un sutil equilibrio entre una temática supuestamente femenina y un estilo netamente innovador. Sus críticos suelen enfocar su tratamiento constante y profundo del florecimiento de la llamada «conciencia femenina», o sea el desarrollo de la poca trama que existe a base de una óptica que parte del conocimiento, por una parte psíquico y por otra sexual, de una mujer madura junto con un estilo que se ha llamado a la vez barroco, elíptico, y arabesco, centrado en una visión del lenguaje.

sábado, 1 de enero de 2011

HUESOS DE SANTO


Acabo de concluir la lectura de HUESOS DE SANTO, de ALFREDO CONDE (Edhasa, 447 páginas).

Con el hallazgo del acicalado y bellísimo cadáver de Sofía Esteiro y un "atentado aéreo" contra la hija del delegado del Gobierno de Galicia arranca esta novela en la que el comisario Andrés Salorio, que se las pintaba muy felices en sus últimos años antes de jubilarse, tendrá que enfrentarse tanto a un enigmático caso de homicidio como a las trapacerías de su familia más cercana y de sus colaboradores. Por no hablar siquiera de sus conflictos con los poderes establecidos, que pueden desembocar en un violento choque con el delegado del Gobierno y en un tremendo topetazo con la Iglesia.

En una obra que retrata de un modo exquisito y muy eficaz las relaciones que se establecen en una pequeña cudad, Alfredo Conde construye una ingeniosa y divertidísima novela, llena de las más desconcertantes pistas falsas y en la que, por los caminos más insospechados, conduce al lector hasta el mismísimo sepulcro del apóstol Santiago, donde le aguardan nuevas sorpresas.



Alfredo Conde Cid (Allariz, 1945)

Escritor español en lenguas castellana y gallega, cuya obra se encuadra en las tendencias realistas de la llamada "nueva novela" española. Se le considera uno de los más importantes exponentes del renacimiento de la literatura en lengua gallega producido con la restauración democrática.

Estudió Naútica en la Escuela Superior de la Marina Civil en A Coruña y Filosofía y Letras en la Universidad de Santiago de Compostela. Trabajó en la marina mercante y como profesor de varios colegios privados en Pontevedra. En su carrera política, fue miembro del Parlamento de Galicia y Conselleiro de Cultura en la Xunta. Posteriormente, ha sido miembro del consejo de administración de la Compañía de Radio Televisión de Galicia. Ha sido colaborador entre otros periódicos de El País, Diario 16, ABC o Le Monde, y columnista diario primero en La Voz de Galicia y posteriormente en El Correo Gallego. Entre los numerosos premios literarios que ha obtenido, destacan el Nacional de Literatura en narrativa en 1986 y el Nadal en 1991.

Su narrativa incluye Mementos de vivos (1974), Contubernio catro de Tome S. (1978), Come e bebe que o barco é do amo (1978), Breixo (1981), Memoria de noa (1982), y El grifón (Xa vai o grifon do vento, 1986), primera novela en su lengua que mereció el Premio Nacional de Literatura, y en la que el autor recreó el territorio en el que los sentidos del hombre gallego quedan expuestos a las fuerzas del poder político. Mediante una prosa de estilo directo, deudora, como él mismo reconoce, de G. Flaubert, confronta la realidad y los sueños para describir un mundo donde un pequeño grupo social detenta la potestad de decidir sobre la vida de los ciudadanos.

Tras su experiencia política como consejero de Cultura del gobierno socialista de Galicia, entre 1987 y 1990, publicó al año siguiente su primera novela en castellano, Los otros días, que obtuvo el premio Nadal de 1991. Entre sus títulos posteriores destaca Peregrino en invierno (2000), que responde a su idea de que "escribir una novela es la posibilidad de habitar un tiempo histórico diferente", Azul Cobalto (2001, Memoria de Soldado (2002), Memorias inciertas del hombre lobo (2004), Memorias de Noa (2005), Lukumi (2006), María de las batallas (2008) y Huesos de Santo (2010).



Página oficial: www.alfredoconde.es