domingo, 3 de octubre de 2010

PERLAS DE LOS POLÍTICOS ESPAÑOLES (1)

JOSE MARÍA AZNAR

"Modélico conductor"

José María Aznar manifiesta que la DGT no es quién para fijar cuánto vino se puede beber, tras recibir la medalla de honor de la Academia del Vino de Castilla y León "eso es como esos letreros que uno ve cuando pasa ahora por las autopistas y le dicen 'no podemos conducir por ti', y yo siempre pienso 'y quién te ha dicho a ti que quiero que conduzcas por mí?... pues eso es lo mismo, quién te ha dicho a ti las copas de vino que yo tengo o no tengo que beber, déjame que las beba tranquilamente mientras no ponga en riesgo a nadie, ni haga daño a los demás..."

Para remachar el clavo de su defensa de la libertad del individuo, sentencia "a mí no me gusta que me digan 'no puede usted ir a más de tanta velocidad, no puede usted comer hamburguesas de tanto, no puede usted comer esto, debe usted comer esto, debe usted evitar esto, no debe usted beber esto y además a usted le prohíbo beber vino'... no, no, mire usted, esa no es la solución..."
(03/05/2007)



AZNAR, EL TERROR DE LAS CARRETERAS

Manuel Vilaseró (Madrid)

"Amante de la velocidad y de los coches potentes, en los años de su juventud fue el terror de la carretera". Contra lo que pudiera parecer, esta definición del ex presidente José María Aznar no procede de ninguno de sus acérrimos adversarios, sino que forma parte de una hagiografía escrita por dos partidarios suyos, los periodistas Isabel Durán y José Díaz Herrera (Aznar: la vida desconocida de un presidente. Editorial Planeta), poco antes de las elecciones del 2000. Ambos conocían de cerca del entorno del político que la semana pasada se despachó a gusto contra las campañas de Tráfico del control de la velocidad y el alcohol. Y así lo demuestran en el voluminoso libro.

En la página 107 cuentan, por ejemplo, como "a los conductores del Partido Popular, Estanislao Cumplido de la Cruz y Juan Vilches, no les gustaba dejarle los coches porque los destrozaba" o que en la etapa en que era diputado por Ávila, "sus compañeros de partido temblablan cada vez que les pedía que fueran a recogerle a Madrid". Al parecer, tenía por costumbre exigirles que le dejaran conducir. "Yo voy a buscarle encantado pero no le dejo el coche, que luego las multas me llegan a mí", solían responder los militantes al secretario técnico de Alianza Popular (AP) de Ávila, Sebastián González, brazo derecho de Ángel Acebes. González reconoce que a menudo era incapaz de encontrar a un voluntario de Nuevas Generaciones dispuesto a ir a buscarle.

"En esa época --siguen los autores--, no había viaje en que no le parara la Guardia Civil por exceso de velocidad. Aznar, en la mayoría de las ocasiones, no se molestaba en discutir con el responsable de la patrulla de tráfico. Por el contrario, muy digno, les decía: 'Cumpla usted con su deber, agente'. Luego el partido pagaba las sanciones" (...)
Los autores recuerdan en el libro que en esa campaña el Passat de Aznar recorrió 45.000 kilómetros y ya estaba para el desguace cuando finalizó.

Tras la lectura de algunos pasajes, queda la sensación de que la explicación dada por algunos políticos a las declaraciones de Aznar era inexacta. Quizá el alcohol consumido en la cata de vinos de Valladolid no le nubló la inteligencia sino que, como dice el refrán, le llevó a revelar lo que de verdad piensa y nunca se había atrevido a decir en público.

El libro da más pistas sobre ello. También desvela que Aznar, según su esposa, Ana Botella, era un desastre en la cocina y asegura que "si no se ha muerto de hambre es porque de joven era aficionado a las hamburgueserías, las pizzerías, la coca-cola light y a todo tipo de comida-basura". Ahora ya sabemos por qué tras la cata de vinos criticó las campañas de Sanidad contra la comida rápida.

FUENTE: EL PERIÓDICO 10/05/2007




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