domingo, 26 de diciembre de 2010

LA CASA DE DIOS


Acabo de concluir la lectura de LA CASA DE DIOS, de Samuel Shem (Anagrama Compactos, 468 páginas).

Combinando su experiencia como médico y su enorme talento para la más negra comedia del absurdo, Samuel Shem ha escrito un libro catártico, la crónica de la entrada en la vida de quienes de algún modo han elegido trabajar con la muerte.

Roy Basch, el narrador y protagonista, y sus compañeros: Chuck, un negro que siempre lleva en su maletín una petaca de whisky; Runt, judío y muy psicoanalizado, y Potts, un emigrado del sur son brillantes licenciados de las mejores facultades de medicina, que han conseguido ser aceptados para hacer su año de prácticas en uno de los más prestigiosos hospitales, la Casa de Dios. Y en este año, que muy pronto se parecerá a la versión de una obra del marqués de Sade por los hermanos Marx, se multiplican los episodios de aprendizaje de la medicina pero también del horror, la impostura, el cientificismo más cruel e ineficaz y, sobre todo, de lo ineludible de la enfermedad y la muerte. Tienen un gran maestro, el cínico y sabio Gordo, de quien aprenderán que cuanto menos intervengan, menos dañarán al paciente, y que los «gomer» ancianos dementes, seniles e indestructibles, confinados en el hospital por sus parientes, nunca mueren, a menos que se pretenda curarlos. Y también tendrán que soportar a Jo, la antimaestra por excelencia, una médica integrista y fanática que pretende vencer a la muerte con las armas más crueles. Pero son jóvenes, y aún en medio del horror la vida proclama sus derechos, y es así como el sexo y las orgías con las enfermeras alcanzarán dimensiones épicas... Una novela que, como afirma John Updike en su prólogo, consigue de una manera deslumbrante esa «impresión de vida» que postulaba Henry James. Esta «historia de una travesía por el valle de la muerte y la verdad de la carne» fue publicada por primera vez en 1978, y con los años se ha convertido en un verdadero libro de culto, que ningún estudiante de medicina, médico o paciente hipocondríaco puede permitirse ignorar.



Samuel Shem es el seudónimo literario del psiquiatra estadounidense Stephen J. Bergman (1944). Su carrera como novelista es, sin embargo, más conocida que su trayectoria en la profesión médica, gracias a sus dos novelas La casa de Dios (1978) y Monte Miseria (1997). Aunque se trata de obras de ficción, están basadas directamente en sus experiencias como interno hospitalario la primera, y como residente de psiquiatría hospitalaria la segunda.

Tras obtener, como su personaje el doctor Roy G. Basch, una Beca Rhodes en Oxford, en 1966, y tras iniciar su especialización en cardiología, algo que también tiene su reflejo en La Casa de Dios, Bergman se decidió por la psiquiatría a la vez que, contra las chanzas de su mentor Denis Noble, empezaba su carrera paralela como escritor. Desde 2005, Bergman es director del departamento de Psiquiatría Clínica en la Universidad de Harvard. Según su editora en España, La Casa de Dios ha vendido a lo largo de sus casi 30 años de historia más de dos millones de ejemplares, y es apodada La Biblia por los estudiantes de Medicina de todo el territorio norteamericano, aunque ha sido traducida a la mayoría de idiomas europeos.

Web oficial: trhttp://www.samuelshem.com/bio.html

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