viernes, 4 de septiembre de 2009

Manhattan Transfer


Acabo de concluir la lectura de "Manhattan Transfer", de John Dos Passos (Edhasa, 564 páginas).

"Manhattan Transfer" narra fragmentos de la vida de una amplísima galería de personajes que tienen como denominador común el espacio y el tiempo en el que se mueven, el Nueva York de los años veinte, así como el principal objetivo de la mayoría de ellos: la obtención rápida y lo más fácil posible de obtener dinero. Lo que marca una clara línea de separación entre ellos es la altura a la que sitúan su listón moral. El hecho de que los personajes representen las más diversas capas sociales (trabajadores portuarios, camareros de grandes hoteles, prostitutas, traficantes de alcohol, abogados, sindicalistas...) y las más alejadas procedencias (franceses, irlandeses, caribeños, etc.) confieren a esta obra el carácter de monumental retrato de una ciudad. La técnica literaria de collage, que en su momento fue un auténtico hallazgo, sigue funcionando a la perfección y es una de las causas principales de que se considere ésta como la mejor de las novelas de Dos Passos. Esta edición incorpora, a modo de apéndice, el prólogo que el traductor, José Robles Pazos, escribiera para la primera edición española, en la que hace una valoración de la obra precedente de Dos Passos.



John Dos Passos (1896-1970)

Escritor estadounidense representativo de la "generación perdida, o maldita" junto a Faulkner, Hemingway, F.S. Fitzgerald, Steinbeck, y otros, cuyas novelas, amargas y profundamente impresionistas, atacan la hipocresía y el materialismo de los Estados Unidos entre las dos guerras mundiales y tuvieron una honda influencia en varias generaciones de novelistas europeos y estadounidenses. Dos Passos nació el 14 de enero de 1896 en Chicago y estudió en la Universidad de Harvard. Su experiencia como conductor de ambulancias en Francia durante la guerra le sirvió como telón de fondo de su primera novela, Iniciación de un hombre: 1917 (1920). El reconocimiento de la crítica y del público le llegó con su siguiente novela, amarga y antibelicista, Tres soldados (1921). Manhattan Transfer (1925), una visión panorámica de la vida neoyorquina entre 1890 y 1925, tuvo un éxito inmenso. Esta poderosa novela, construida con fragmentos de canciones populares, titulares de prensa, pasajes de monólogo interior y fragmentos naturalistas de las vidas de una multitud de personajes sin relación entre sí, determinó el estilo de las mejores de sus últimas novelas. Su trilogía USA (reunida en 1938), en el mismo estilo, amplió su panorama para abarcar todo el país. Comprende las novelas El paralelo 42 (1930), 1919 (1932) y El gran dinero (1936), y describe el crecimiento del materialismo estadounidense desde la última década del siglo pasado a la Gran Depresión. Tras la publicación de USA, Dos Passos sufrió un cambio en su filosofía. Dadas sus dotes observadoras, viajó por Europa, Oriente Próximo y Marruecos como periodista y el resultado fue una gran desilusión política que plasmó en otra trilogía, Distrito Columbia, compuesta por Hombre joven a la aventura (1939), El número uno (1943) y El gran proyecto (1949). Continuó escribiendo mucho: varias novelas, libros de observaciones personales, de historia, biografía y viajes. El mejor recibido fue Mediados de siglo (1961), una novela que retomaba la técnica caleidoscópica de sus primeros éxitos para narrar otra visión panorámica de la posguerra en Estados Unidos. En el momento de su muerte, el 28 de septiembre de 1970, en Baltimore (Maryland), Dos Passos había terminado la mayor parte de una novela, La crónica decimotercera. Póstumamente se publicó Isla de Pascua (1971), un libro de viajes, y La crónica decimocuarta (1973), sus diarios y correspondencia. El relato de Dos Passos sencillo y directo con un fondo crítico y social, que busca además una totalidad cultural, influyó mucho en escritores europeos y americanos como en el peruano Ciro Alegría, o en los españoles Camilo José Cela y Juan Benet.

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