miércoles, 12 de octubre de 2011

MUERTES DE PERRO


Acabo de concluir la lectura de “MUERTES DE PERRO”, de Francisco Ayala (Punto de Lectura, 262 páginas).

Según el Diccionario de la Real Academia española, "morir como un perro" significa: morir sin dar señales de arrepentimiento. Morir solo, abandonado, sin ayuda alguna. Y lo que pretende Ayala es extraer el contenido posible de estas palabras, de forma que signifiquen varias cosas a un tiempo, e incluso, ideas contradictoras. Esto se demuestra a lo largo de la obra, ya que hace un uso diverso de esta expresión.

Un punto de vista moral preside la obra de este autor, siempre preocupado por la condición del hombre en el mundo, al que presenta con un marcado pesimismo, inmerso en una profunda crisis espiritual. A partir de esta visión de la realidad está escrita 'Muertes de perro', en la que hay además la denuncia de un pueblo sometido a la dictadura, al tiempo que la degradación humana en un mundo sin valores. 'El fondo del vaso', publicada en Letras Hispánicas es un complemento de 'Muertes de perro'.

Francisco Ayala (Granada, 1906), decano de las letras españolas, consiguió con Muertes de perro, publicada por primera vez durante su largo exilio, una de las más impresionantes novelas escritas en lengua castellana acerca de la absoluta arbitrariedad, el abuso de poder, la degradación humana y la corrupción en una dictadura caribeña. A través de una técnica audaz y rigurosa, utilizando la voz de un narrador que, a medida que avanza su relato, se nos revela en toda su abyección, Ayala traza la crónica irónica, tragicómica y apasionante del déspota Antón Bocanegra, uno de los personajes más logrados de la literatura hispánica de todos los tiempos.



Francisco Ayala (Granada 1906 – Madrid 2009)

Escritor, filósofo y sociólogo español, Francisco Ayala nació en Granada el 16 de marzo de 1906. Está considerado una de las principales voces literarias españolas de todo el siglo XX. Tras cursar en Madrid las carreras de Filosofía y Letras y Derecho, se trasladó a Berlín en 1930, donde realizó estudios de filosofía política y sociología. Dos años después obtuvo la cátedra de Derecho Político en la Universidad de Madrid y formó parte del núcleo de intelectuales agrupados en torno a la Revista de Occidente. Tuvo que exiliarse a Argentina durante la guerra civil dadas sus ideas políticas de izquierdas. Durante el tiempo que vivió en el exilio, Ayala daría clases en diversas universidades del continente americano. Su vuelta a España se produjo de manera progresiva, desde unas primeras visitas a partir de 1960 hasta su establecimiento definitivo en Madrid, donde fijó su residencia.

Su carrera literaria es amplia y diversa. Antes de la Guerra Civil destacan obras como El boxeador y un ángel (1929) y Cazador en el alba, antologías que se sitúan dentro de la nueva vanguardia española. Tras el conflicto bélico, Ayala se muestra más reflexivo e irónico, como muestra El hechizado (1944), y tembién comienza a escribir sobre la guerra en obras como La cabeza del cordero (1945), o sobre la dictadura con Muertes de perro (1958).

Su obra de ensayo se considera de gran calidad y abarca prácticamente todo el espectro social y humanista, desde temas puramente políticos hasta la música, el cine o la propia literatura, donde deberiamos destacar La estructura narrativa (1970). Como traductor, Ayala se ha encargado de tratar la obra de grandes pensadores y escritores como Thomas Mann, Alberto Moravia o Anton Zweig.

En cuanto a premios y galardones, que se cuentan en el caso de Ayala por docenas, hay que destacar el Príncipe de Asturias de las letras (1998) y el Premio Cervantes de 1991, máximo galardón de las letras castellanas. Darwin y el diseño inteligente. Creacionismo, cristianimo y evolución (2007) fue su último ensayo publicado. Francisco Ayala murió en Madrid el 3 de noviembre de 2009.

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