domingo, 28 de junio de 2009

Bel Ami


Acabo de concluir la lectura de "Bel Ami", de Guy de Maupassant (Alianza Editorial, 437 páginas).

"Bel Ami" nos cuenta la historia de un sin sorga, Georges Duroy, un soldado del ejército francés en Argelia que llega a París sin blanca y sin ganas de trabajar lo más mínimo. Bel Ami (así será apodado por sus sucesivas amantes) no ha sido agraciado con el don de la inteligencia ni la cultura, pero es atractivo físicamente, con lo que, naturalmente, cautiva la atención de todas las mujeres que se le ponen por delante.

Con estos mimbres no es de extrañar que Bel Ami decida, instigado por un antiguo amigo suyo, ser periodista. Lamentablemente no sabe escribir, ni trabaja nunca en nada, ni hace nada de provecho, ni se molesta en cultivar su mente y su espíritu para, algún día, elaborar un artículo interesante. Puede resultar sorprendente que Bel Ami no se encaminase desde un principio hacia el funcionariado, pero tal y como nos es descrita su vida en la novela parece que con el periodismo se ganaba más y se trabajaba menos.

Para ello Bel Ami sólo tiene que comportarse como un auténtico periodista: dedicarse a buscar contactos que trabajen por él, consigan concertarle comidas y cenas conspirativas con personajes importantes y le permitan llevar un ritmo de vida mucho más desenfrenado que el que su condición de periodista podría hacernos sospechar. La novedad estriba en que los individuos que le permiten ascender socialmente no son empresarios, ni políticos, sino las mujeres de los mismos. Las mujeres, las sucesivas y simultáneas amantes y esposas de Bel Ami, serán las encargadas de asegurar que nuestro héroe llegue algún día al objetivo último de todo profesional de la información que se precie: lucrarse.

La novela describe el ascenso de Bel Ami a la cima social desde unos misérrimos comienzos en los que el protagonista, con buen gusto por su parte, antepone un buen vino o una fiesta al pago del alquiler o la adquisición de unas ropas aceptables para andar por ahí. Bel Ami es un auténtico petimetre que, sin embargo, va subiendo escalas gracias a diversas mujeres, algunas amantes ocasionales, otras primero amantes y luego esposas, y otras (nuestras preferidas) amantes dinásticas, esto es: Bel Ami se acuesta primero con la mujer de su jefe y posteriormente consigue casarse con la hija, adquiriendo una importante herencia que le garantizará seguir como hasta entonces de por vida: con más amantes y fiestas y sin dar nunca un palo al agua.




Henry Réne Guy de Maupassant (1850-1893).
Novelista francés. A pesar de que provenía de una familia de pequeños aristócratas librepensadores, recibió una educación religiosa; en 1868 provocó su expulsión del seminario, en el que había ingresado a los trece años, y al año siguiente inició en París sus estudios de derecho, interrumpidos por la guerra franco-prusiana y que reemprendería en 1871.

En 1879, su padre logró que ingresara en el ministerio de Instrucción Pública, que pronto abandonó para dedicarse a la literatura, por consejo de su gran maestro y amigo G. Flaubert. Éste lo introdujo en el círculo de escritores de la época, como Émile Zola, Iván Turgueniev, Edmond Goncourt y Henry James.

Su primer éxito, que apareció un mes antes de la muerte de Flaubert, fue el célebre cuento Bola de sebo, recogido en el volumen colectivo Las noches de Medan (1880). El mismo año publicó su libro de poemas, Versos. Afectado durante toda su vida de graves trastornos nerviosos, en 1892, tras un intento de suicidio en Cannes, fue ingresado en el manicomio de París, donde murió, después de dieciocho meses de agonía, de una parálisis general.

Maupassant es autor de una extensa obra entre cuentos y novelas, en general de corte naturalista. De ellas cabe señalar: La casa Tellier (1881); Los cuentos de la tonta (1883); Al sol, Las hermanas Roudoli y La señorita Harriet (1884); Cuentos del día y de la noche (1885); La orla (1887); las novelas Una vida (1883), Bel Ami (1885) y Pierre y Jean (1888). Después de su muerte se publicaron varias colecciones de cuentos: La cama (1895); El padre Milton (1899) y El vendedor (1900).

Adiós, Victoriano


Periodista y escritor hasta el final. Victoriano Crémer, el decano de los narradores leoneses, el poeta más longevo de España, moría ayer en el León de su alma a los 102 años de edad. En la redacción de este periódico aún descansan, huérfanas, catorce columnas suyas, las últimas que había enviado. Esas cuartillas —cómo no, escritas a máquina— son la mejor metáfora de una vida dedicada por entero a contar la realidad, a pasarla por la ceranda del genio inigualable, del talento, del humor, de la sencillez, de la humanidad. Escribía todos los días. Era lo único que quería: «Que me dejen escribir», decía. Y también: «Quiero vivir y morir en León».

En la madrugada de ayer, el bondadoso, el enorme corazón de Victoriano se detenía para comenzar a transitar los caminos de la historia. Detrás, un siglo de vida y de historia de España, de la más vibrante y esforzada historia de la poesía, la novela y el periodismo español y leonés. Llevaba varios días hospitalizado con un complicado cuadro médico a causa de su avanzada edad. Parecía que no podría ocurrirle nunca nada, así nos tenía acostumbrados. Lo veíamos poder con todo. Sobrevivir a las más crueles penalidades y a las más íntimas soledades. Ser la memoria y la palabra de una ciudad tan huraña como entrañable a la que él quiso como ninguno y con la que llegó a identificarse por completo.

El Cronista Oficial de León era un superviviente que se inventaba cada día a sí mismo. Y lo hacía golpeando implacable su vieja Olivetti, como también antes lo había hecho lanzando al aire, desde los micrófonos, su voz audaz, incisiva, poniendo a cada uno en su lugar, el pueblo pegado a la radio escuchando a Crémer hablar como el pueblo, dicéndolo todo con ritmo y con arte, la verdad llegaba a veces envuelta en rima, refrán, romance, soneto o sentencia popular, con Victoriano la verdad ha viajado en todos los vehículos posibles. Jornada a jornada. Más de cien años y escribiendo todos los días. Caminando sin bastón, hasta hace nada, por la avenida Madrid o por la Puertamoneda que la gente dice Portamonedas, tomando su café, charlando con los amigos y los conocidos, subiendo al «Palomar del sordo» a escribir trazos, a dibujar versos, a contarnos cómo es su mundo, consiguiendo con ello hacer más habitable el de todos.

Boqueó entre la miseria del Burgos y arrabales del Bilbao de principios de siglo. Aprendió el lenguaje del hambre. Se percató del abandono y la ignorancia en la que vivían el obrero y el campesino. Hizo frente a la brutalidad del fascismo y a sus mil y una torturas y subsistió en una ciudad acosada por el frío, el miedo y la necesidad. Se acercó al mundo de los periódicos desde abajo, como tipógrafo, y creció como poeta, narrador y dramaturgo entre el barro, las amenazas y las sospechas continuadas. Publicó libros como quien da pequeños pasos, uno a uno, poco a poco, movido por la necesidad de dar voz a los que han sido callados de un latigazo. Renovó la poesía española a través de una revista, Espadaña, que está en todos los repertorios de la literatura hispana hablando, precisamente, de la realidad en una época en la que la realidad misma estaba prohibida.

León se detenía en seco cuando se dirigía por radio a los leoneses. «Calla, chico, que habla Crémer», se decía en las casas. Glosó, criticó, mantuvo polémicas, ganó premios, siguió ganando premios, los mejores de ellos... Pero, eso sí, continuó viviendo en León, en su León de siempre, tratándolo con la afabilidad de un viejo maestro en su cotidiano Crémer contra Crémer, recriminándole cariñosamente sus faltas, incidiendo en el meollo de los problemas, grandes o pequeños, sin lastres y sin hipotecas —nada le era ajeno—. Y así un día tras otro, una página tras otra. Caminando por la literatura y por la vida sin bastón. En ambas orillas.

La lista de sus galardones y reconocimientos es interminable: los primeros fueron el Premio Boscán del Instituto de Cultura Hispánica (1951), Premio Ondas de Radio (1959), Premio Nacional de Poesía (1963), Beca March de Literatura (1966) y Premio Punta Europa (1965), a los que siguieron el Premio Ciudad de Palma de Teatro, Premio de Novela Nueva España de México, Premio Ciudad de Barcelona de poesía castellana, Premio de la Junta de Castilla y León de las Letras, Doctor Honoris Causa de la Universidad de León (1991), Académico de Honor de la Institución Fernán González de Burgos, Presidente de Honor del Instituto de Estudios Cidianos de Burgos, Miembro de la Academia Castellana y Leonesa de Poesía, Medalla de Oro de la Cámara Oficial de Comercio de León, Medalla de oro de Arte (Santander), Cronista Oficial de la Ciudad de León, Hijo adoptivo de León y de Villafranca del Bierzo... los más recientes fueron los de Leonés del año (1992), Juglar de Honor de Fontiveros, Premio Castilla y León de las Letras (1994), Premio León Felipe de Poesía (junto a Eugenio de Nora) (1998), Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo (2007), Premio Gil de Biedma de Poesía, de la Diputacion Provincial de Segovia (2008) y Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (2008).

La capilla ardiente ha quedado instalada, desde el mediodía de ayer, en la sala 10 del tanatorio de la ciudad. Mañana lunes, a las 11.30 horas en la iglesia del Mercado, el pueblo de León despedirá a su don Victoriano. Descanse en paz.

(Diario de León)

sábado, 27 de junio de 2009

El pasar de los años



La vida es una cuesta. Mientras se sube, se mira la cima, y uno se siente feliz; pero, cuando se llega a lo alto, se ve de golpe la bajada, y el final, que es la muerte. Al subir se avanza lentamente, pero muy rápido al bajar.

Una cena muy molona

Imaginaros esta puesta en escena: París, finales del siglo XIX, cuatro comensales cenando en un reservado del Café Riche. Un matrimonio, una mujer casada y un apuesto joven soltero, todos ellos muy excitados hablando de amor con picardía y mucho desenfado. Vino y champán en abundancia para acompañar una cena integrada por los siguientes platos:
  1. Unas ostras de Ostende, preciosas y gruesas, semejantes a pequeñas orejas encerradas en conchas y que se derretían entre la lengua y el paladar como bombones salados.
  2. Sopa.
  3. Una trucha rosada como carne de doncella.
  4. Unas chuletas de cordero, tiernas, ligeras, tendidas sobre un lecho espeso y menudo de puntas de espárragos.
  5. Un asado, a base de perdices y codornices, con guisantes.
  6. Una terrina de foie-gras acompañada por una ensalada de hojas dentadas, que llenaba como una espuma verde una gran ensaladera en forma de jofaina.
  7. Postres.
  8. Café y licores.
Después de tan agradable cena, salieron todos achispados y enardecidos y a partir del siguiente día el apuesto joven y la mujer casada se convirtieron en amantes.

Todo esto acontece en la novela de Guy de Maupassant, Bel Ami, que estoy leyendo en estos momentos.

¿A que mola cantidad?


jueves, 25 de junio de 2009

Otro cactus curioso


Hoy compré otro cactus rarísimo como podéis comprobar. A ver si un día me armo de paciencia y logro averiguar su nombre científico.

"El primo Basilio"


Acabo de concluir la lectura de "El primo Basilio", de Jose María Eça de Queiroz (Alianza Editorial, 485 páginas).

Historia de seducción y chantaje, EL PRIMO BASILIO (1878) es también retrato de las pequeñeces y miserias de una sociedad y de una clase social dominadas por el peso asfixiante de la mediocridad, e integra, junto con «Madame Bovary», «La Regenta», «Ana Karenina» y «Effi Briest», la brillante constelación de lo que podría llamarse «novelas de adulterio» del siglo XIX.

Si en «El crimen del padre Amaro» arremetía contra el oscurantismo y la hipocresía de la Iglesia católica en el medio rural, «El primo Basilio» nos desplaza al escenario de una languideciente Lisboa, para alumbrar, a lo largo de su apasionante relato, un variado elenco de personajes en el que destacan, entre otros, la desdichada Luisa, el canallesco Basilio o la amargada Juliana, acaso el más vigoroso de la novela en su trágico resentimiento.


JOSÉ MARIA EÇA DE QUEIROZ (1845-1900): Estudió derecho en Coimbra y más tarde ingresó en el cuerpo diplomático en el año 1872. Prestó servicios en Cuba e Inglaterra y fue destinado a París en 1888 como cónsul cargo que desempeñó hasta hasta su muerte el día 16 de agosto de 1900. Viajó a Egipto y fue testigo de la construcción del Canal de Suéz, lo que le sirvió de inspiración para alguna de sus obras. Es un claro ejemplo de la literatura “Ibérica” de finales del siglo XIX (fue llamado el Galdós portugués), junto con otros grandes escritores españoles que podemos englobar dentro del realismo literario. Dotado de una prodigiosa inventiva y gran sensibilidad, en sus novelas se encuentra la tragedia y el humor, la sátira y el amor, con certeras descripciones de personajes, ambientes y sentimientos, así como de las costumbres de su país.

Fue el principal representante de la novelística portuguesa del siglo XIX. Sus primeros escritos en Portugal, son ensayos y relatos cortos caracterizados por la ironía y un componente fantasioso. Más adelante, formó parte de un grupo de intelectuales que abogaban por el realismo y el naturalismo en la literatura. Durante sus años de cónsul, escribió sus novelas más populares, en las que denuncia los males de la vida portuguesa. El crimen del padre Amaro (1875) narra los efectos destructivos del celibato; El primo Basilio (1878) satiriza el amor romántico. Considerada su obra maestra, Los Maias (1888), expone la degeneración de una familia como símbolo de la decadencia de la clase alta de la sociedad portuguesa. La ciudad y las sierras (publicada póstumamente en 1901) aparece su nostalgia por las bellezas del campo portugués.







martes, 23 de junio de 2009

Mi cactus y la terraza florida

Este año nos hemos esmerado con la terraza. Da gusto verla tan florida y hermosa.
Hoy compramos este cactus tan raro y bonito del que ignoramos aún su nombre científico. También esas rosas enanas. A ver si poco a poco lo vamos repoblando.






domingo, 21 de junio de 2009

El maestro y Margarita


Acabo de concluir la lectura de "El Maestro y Margarita", del escritor Mijaíl Bulgákov, la obra maestra de la narrativa rusa en tiempos de Stalin. (Alianza Editorial, 516 páginas).

En medio del terror y el hostigamiento de Stalin, que humillaba y maltrataba a los escritores que no se le postraban, y a muchos de los que sí lo hacían, Bulgákov dedica sus últimos años a escribir una novela que es un triunfo mayor de la imaginación al margen del llamado "realismo socialista" que no era más que la instrumentación política y servil de la literatura para enmascarar la dictadura y el crimen.

Moscú en los años 20. Han pasado pocos años desde de la revolución de Octubre. En esos días se puede considerar a la ciudad como uno de los baluartes materialismo filosófico mundial. Dos intelectuales renegados de la esquizofrenia trinitaria cristiana discuten en un parque sobre la veracidad de la existencia de Jesucristo. Un educado y distinguido caballero extranjero que les oye hablar, atraído por tan interesante tema de conversación, se acerca hasta ellos y, pidiendo perdón por su intromisión, entabla conversación con ellos sobre tan profunda cuestión. Porfiando en su idea inicial de negación de Jesucristo, los intelectuales poco a poco se van sintiendo un tanto azorados por las extrañas respuestas con que el extranjero rebate sus bien aprendidos argumentos. En medio de este debate, cuando ya empiezan a dudar sobre la cordura del desconocido, de repente éste les espeta: ¿Y el Diablo? ¿tampoco existe el Diablo?

De esta manera comienza El Maestro y Margarita, una de las obras cumbres de la literatura soviética del siglo XX. Escrita por Mijail Bulgakov en 1929, fue prohibida por el gobierno de Stalin, con el que el escritor mantuvo muy malas relaciones. La novela tendría que esperar a ser publicada una vez muerto Stalin (1953) y descubiertas las atrocidades del stalinismo, momento en el cual la figura de este escritor fue revalorizada. Así fue publicada en la URSS en 1966, mientras que en Europa occidental no lo haría hasta 1968 (bastantes años después de la muerte de Bulgakov, ocurrida en 1940).

A medio caballo entre la sátira social, el cuento fantástico y el relato con transfondo filosófico, el libro narra la visita del mismísimo diablo al Moscú post-revolucionario nada menos que para celebrar el Baile Anual del Plenilunio de Primavera, fastuoso evento al cual asisten los más grandes pecadores de todas las épocas. El Diablo no quiere dejar pasar la ocasión y aprovecha su breve estancia para conocer más de cerca al pueblo moscovita, pues siendo conocedor del actual estado de las cosas, siente enorme curiosidad por ver los cambios de mentalidad sufridos por el pueblo. Con este fin, se presenta como un educado y misterioso mago extranjero que consigue ser contratado para una sesión de magia negra en uno de los teatros de Moscú.

De esta manera aprovecha Bulgakov para escribir una crítica de la sociedad de su época, burocratizada y corrupta a más no poder, haciendo un crítica especialmente mordaz del mundillo literario en particular y artístico en general, sin pasar por alto la desafiante crítica que hace a la doctrina filosófica del gobierno, al situar nada menos que al Diablo en un lugar donde, por imperativo legal, había que negar el espíritu. No hace falta mencionar los estragos que ocasiona esta insigne visita y, sobretodo, su desternillante séquito. Pronto ilustres y cuerdos ciudadanos pertenecientes a la flor y nata del mundillo intelectual y artístico soviético comienzan a contar extrañas e increíbles historias frutos de sus eventuales contactos con el Diablo y su séquito. Así muchos de ellos terminan dando con sus huesos en los frenopáticos de la ciudad. Estos y otros escándalos provocados por la actuación del misterioso mago da lugar a la intervención de las milicias que deciden investigar el caso (desde el punto de vista del materialismo científico, faltaría más).

Mezclando un mordaz sentido del humor con pasajes de gran fantasía y cierta profundidad, el libro entrelaza en realidad tres historias que confluyen en determinados puntos de la trama. Una es la ya mencionada visita del Diablo a Moscú con motivo de la celebración del baile. La segunda historia narra la relación amorosa entre el Maestro y Margarita. El Maestro es un escritor llevado al fracaso y a la depresión nerviosa por la envidia de sus compañeros de profesión, de manera que acaba encerrado en un sanatorio psiquiátrico a las afueras de Moscú. De la encantadora Margarita prefiero no decir nada para no desvelar más la trama del libro (bastante he revelado ya, creo yo). La tercera y última historia es la del procurador romano Poncio Pilatos, historia novelada por el Maestro en su primer y único fracaso editorial, narrada en varias entregas a lo largo del libro en una versión sustancialmente diferente a la conocida habitualmente. La historia también es mencionada por el Diablo en el pequeño debate mantenido con los dos descreídos que discutían en el parque sobre la figura de Jesús, uno de los cuales termina, tras su desafortunado encuentro con el extranjero, siendo casualmente vecino de celda del Maestro en el sanatorio psiquiátrico.

Frente a la locura y el derroche de fantasía de las dos primeras historias, contrapone Bulgakov en esta última historia (mediante un correctísimo estilo literario) un serio debate sobre el bien y el mal. En general resulta un libro muy divertido e interesante, bastante fácil de leer y con el que se pasan muy buenos ratos.

Para terminar, como curiosidad mencionar que Symphaty for the devil, uno de los clásicos imprescindibles de los Rolling Stones, está basado en este libro.



Mijail Bulgakov
(Rusia, 1891-1940)

Novelista y dramaturgo nacido en Kiev. Estudió Medicina, pero renunció a esa profesión en favor de la creación literaria. Sus primeras obras son narraciones satíricas, Maleficios (1925), Corazón de perro (1925), Morfina (1927), y comedias, El departamento de Zoia (1926). Alcanzó el reconocimiento con su extensa novela La guardia blanca (1925), que se desarrolla en Kiev durante la Revolución y fue dramatizada como La huida (1926). Tuvo que enfrentarse a la crítica oficial por su retrato favorable de un grupo de oficiales blancos antibolcheviques durante la guerra civil y la falta de un héroe comunista.

Aunque las obras de Bulgakov disfrutaban de gran popularidad, las autoridades le prohibieron publicar a partir de 1930 pues encontraban inaceptable su sátira de las costumbres soviéticas. Su mejor novela, El maestro y Margarita (publicada en la Unión Soviética en 1966) fue escrita entre 1929 y su muerte, acaecida en 1940. Trata de los problemas eternos del bien y el mal, utilizando narraciones en paralelo, una de ellas situada en el Moscú contemporáneo y la otra en la Judea de Poncio Pilatos, y oscila de la fantasía y la sátira humorística a la tragedia. La fama de Bulgakov no quedó establecida hasta años después de su muerte, cuando sus novelas, obras de teatro y su biografía Vida del señor Molière empezaron a publicarse a partir de 1962.

miércoles, 17 de junio de 2009

Salsa romesco


Hoy, después de mucho tiempo, mi mujer hizo la SALSA ROMESCO, que para mí es la mejor salsa de cuantas he probado hasta la fecha. Es una salsa típica de la cocina catalana, originaria de Tarragona. Se utiliza tanto para comer pescados y mariscos, como para acompañar un conejo a la brasa y con los “calçots”. Es una receta que data del siglo XV, cuando Colón trajo de América estos pimientos alargados (de romesco) con los que se elabora esta salsa.


Ingredientes:

  • 12 almendras tostadas.
  • 10 avellanas.
  • 1 cabeza de ajos.
  • 5 ñoras o 2 pimientos de romesco.
  • 2 tomates maduros.
  • 1 vasito de aceite de oliva.
  • Sal y pimienta.
  • ½ vasito de vinagre de buena calidad.
  • 1 rebanada de pan frita.
  • 1 trocito de guindilla (opcional).

Elaboración:

  1. Se ponen a asar en el horno la cabeza de ajos, las ñoras (enseguida se queman) y los tomates.
  2. Se fríe la rebanada de pan.
  3. En el mortero se machacan las almendras, las avellanas, el pan, los ajos asados, los tomates y las ñoras, todo ello previamente pelado.
  4. Luego se le añade al mortero el vinagre y el aceite. El aceite se le va echando con unas aceiteras de boquilla fina y muy lentamente, para que ligue un poco o coja consistencia. Se le pone la sal y la pimienta y se deja reposar un mínimo de tres horas.
  5. Transcurrido el tiempo de reposo, se pasa por el chino y se sirve en una salsera.
  6. Lo mejor es hacerlo el día antes, porque cuanto más tiempo lleve hecha la salsa más sabrosa está.

martes, 16 de junio de 2009

Islas a la deriva


Acabo de concluir la lectura de "Islas a la deriva", de Ernest Hemingway (Debolsillo, 526 páginas).

La historia de un artista y aventurero, Thomas Hudson, cuya personalidad recuerda mucho a la del propio Hemingway.

Publicada por primera vez en 1970, nueve años después de la muerte del autor, Islas a la deriva cuenta la historia de un artista y aventurero, Thomas Hudson, cuya personalidad recuerda mucho a la del propio Hemingway. La novela arranca en 1930 con las experiencias del protagonista como pintor en la isla de Bimini, situada en plena corriente del Golfo, para detenerse en sus actividades antisubmarino cerca de la costa de Cuba durante la Segunda Guerra Mundial. En esta novela póstuma, cuyo manuscrito dejó en Cuba, encontramos lo mejor de la madurez de Hemingway.

«Esta es para hablarle de un hombre joven que se llama Ernest Hemingway, que vive en París, escribe para la Transatlantic Review y tiene un brillante futuro... Yo trataría de encontrarlo enseguida. Él es el mejor.»

Carta de F. SCOTT FITZGERALD a MAXWELL PERKINS, editor de CHARLES SCRIBNER' SONS, 1924



Ernest Hemingway, nacido en 1899 en Oak Park, Illinois, forma parte ya de la mitología de este siglo, no solo gracias a su obra literaria sino también a la leyenda que se formó en torno a su azarosa vida y a su trágica muerte. Hombre aventurero y amante del riesgo, a los diecinueve años se enroló en la Primera Guerra Mundial como miembro de la Cruz Roja. Participó en la guerra civil española y otros conflictos bélicos en calidad de corresponsal. Estas experiencias, así como sus viajes por África, se reflejan en varias de sus obras. En la década de los años veinte se instaló en París, donde conoció los ambientes literarios de vanguardia. Más tarde vivió también en lugares retirados de Cuba o Estados Unidos, donde pudo no solo escribir sino también dedicarse a una de sus grandes aficiones, un tema recurrente en su producción literaria: la pesca. En 1954 obtuvo el Premio Nobel. Siete años más tarde, sumido en una profunda depresión, se quitó la vida. Entre sus novelas destacan Adiós a las armas, Por quién doblan las campanas o Fiesta. A raíz de un encargo de la revista Life escribió El viejo y el mar, por la que recibió el Premio Pulitzer en 1953.

domingo, 14 de junio de 2009

La tercera cerveza


Estoy muerto de calor, me falta el aire y mi tensión arterial está alterada. Llevamos unos días con más de 30 grados de temperatura, algo impropio en esta ciudad y en estas fechas. Mañana habrá un descenso brusco del termómetro, sobre unos diez o doce grados menos, y lluvia. Por estos lares la cosa funciona así, de un día para otro subimos o bajamos de diez en diez o de quince en quince. No da tiempo al cuerpo a aclimatarse y los catarros están a la orden del día.

Esta semana que finaliza he tenido en casa a mi hijo Carlos de puente y a mi hija Mónica disfrutando en las calas de Menorca. ¡Qué coño, que disfruten! Yo por mi parte sigo con mi puta monótona vida sin que la diosa Fortuna se apiade de mí. Así que mis ratos de ocio los lleno con visitas a los bares, paseos y lectura, mucha lectura, toda la que puedo.

En estos momentos estoy leyendo “Islas a la deriva”, de Ernest Hemingway lo que me está proporcionando momentos de disfrute en las aguas del Caribe, en la isla de Bimini y en Cuba. Me he unido a los protagonistas en sus jornadas de pesca, en sus días de sol y playa, y en sus bebidas a base de ron, ginebra y los afamados daiquiris de La Floridita de La Habana. Al menos, he podido combatir el calor con un poco de imaginación.

Y para combatir el calor buena será una cerveza bien fresca. Esto viene a cuento de lo que decía Macon Muerto, alias Lechero, el protagonista de “La canción de Salomón”, de Toni Morrison, a propósito de su larga relación con su prima Agar, de la que ya empezaba a cansarse: “Ella era la tercera cerveza. No la primera, que la garganta recibe con una gratitud casi llorosa. Ni la segunda, que confirma y aumenta el placer de la primera. Era la tercera, la que se bebe porque se tiene delante, porque no puede hacer ningún daño, y porque después de todo, ¿qué más da?”.

viernes, 12 de junio de 2009

"La canción de Salomón"


Acabo de concluir la lectura de “La canción de Salomón”, de Toni Morrison (Debolsillo, 431 páginas), que me ha parecido magnífica

Un próspero hombre de negocios que ha tratado de ocultar sus orígenes para integrarse en la sociedad blanca.

A medio camino entre la fantasía mítica y la cruda realidad de los guetos negros en los años sesenta, La canción de Salomón narra la historia familiar de un próspero hombre de negocios que ha tratado de ocultar sus orígenes para integrarse en la sociedad blanca. Pese a todos sus esfuerzos, su hijo decide tomar el camino opuesto. Lejos de rehuir a sus iguales como hizo su padre, entrará en un círculo de gente dispuesta a reaccionar contra la violencia de los blancos y emprenderá un viaje en busca de un tesoro que habrá de conducirle a los orígenes de su raza. Una magnífica saga familiar a lo largo de tres generaciones, que le valió a la futura ganadora del Premio Nobel de Literatura 1993 el Premio National Book Critic’s Circle 1978.



Toni Morrison (1931) nació en Lorain, Ohio. Alterna su trabajo de profesora de humanidades en la Universidad de Princeton con la actividad literaria. En sus novelas se plantea la problemática de la población negra en Estados Unidos, sobre todo de las mujeres. Autora de Ojos azules (1970); Sula (1973); La canción de Salomón (1977), premiada con el National Critics Awards en 1978; La isla de los caballeros (1981); Beloved (1987), que obtuvo el premio Pulitzer en 1988 y Amor (2004). En 1993 obtuvo el premio Nobel de Literatura.

jueves, 11 de junio de 2009

El Corpus Christi de Laguna de Negrillos

La localidad de Laguna de Negrillos, a 40 kilómetros de León, vive cada festividad del Corpus Christi una de las procesiones más atractivas y curiosas de cuantas se celebran este mismo día en otros puntos de Castilla y León.

Se mezcla lo religioso y lo pagano. La celebración tiene su origen en los Autos Sacramentales. El Corpus Christi gira en torno a un eje principal: San Sebastián, capitán de bandidos que con indumentaria militar napoleónica desfila en cabeza en una procesión con paso antirreligioso, retando a la Iglesia y dando la espalda al Santísimo Sacramento, hasta que finalmente, y después de un largo recorrido se arrepiente y huye corriendo.

Esta procesión se celebra el domingo por la mañana sobre las 12h. La diferencia fundamental está en el carácter didáctico de explicación del misterio cristiano de la Eucaristía. En la procesión también desfilan los apóstoles excepto Judas Iscariote, mientras ocho danzantes vestidos de blanco y con faldas almidonadas emulan a los ángeles que bailan durante todo el recorrido al son del tambor y la dulzaina mientras los birrias abren paso. Esta fiesta del Corpus en Laguna de Negrillos está declarada de Interés Turístico Provincial y Regional.










domingo, 7 de junio de 2009

Buda


Acabo de concluir la lectura de "BUDA", de Deepak Chopra (Punto de Lectura, 396 páginas). Es mi primera inmersión en el Budismo, y me prometo profundizar en su conocimiento en busca del Nirvana. ¡Sencillamente apasionante!.


"Escribí este libro como un viaje sagrado, novelado en muchos de sus aspectos externos, pero psicológicamente fiel, espero, a lo que inspira el sendero de quien busca. En las tres etapas de su vida -Siddhartha, el Príncipe; Gautama, el Monje, y Buda, el Compasivo- fue mortal, como vosotros y como yo, pero aun así alcanzó la iluminación y ascendió al rango de inmortal. El milagro radica en que llegó allí siguiendo el dictado de un corazón igual de humano que el vuestro y el mío, e igual de vulnerable también". (Deepak Chopra)


El joven heredero de un gran reino decide abandonar su hogar y lanzarse a explorar el mundo. Después de ayudar a pobres y enfermos, y de consagrar su vida al rezo y a la meditación, descubre que su cuerpo y su mente se han liberado de las pasiones terrenales: se ha convertido en Buda, el Iluminado. A partir de entonces se dedica a difundir su doctrina, fundando una orden monástica cuyo fin es enseñar el Budismo, religión que no deja de sumar adeptos en todo el mundo.




Deepak Chopra
(India, 1947) es doctor en Medicina y está considerado el adalid mundial de las teorías sobre el poder curativo de la mente. Especialista en Ayurveda, una disciplina médica tradicional de la India, desde 1995 dirige el Chopra Center for Wellbeing, en California, dedicado a la difusión y práctica de sus enseñanzas. Es uno de los autores de libros de autoayuda más vendidos del mundo. Entre el centenar de obras que ha publicado destacan Vida sin condiciones (2006), Energía sin límites (2006),Buda (2007), Sincrodestino (2007) o El camino de la sabiduría (2007).

jueves, 4 de junio de 2009

El jardín de las Hespérides

Acabo de concluir la lectura de "El jardín de las Hespérides" de D.H. Lawrence (Ed. Debolsillo, 754 páginas)

El escritor E. M. Forster, coetáneo y amigo de Lawrence, le consideraba el novelista de su generación más imaginativo. Esta afirmación es más que evidente en las siete novelas cortas que escribió en el transcurso de su vida y que el lector encontrará en este volumen. En El muñeco del capitán, El zorro y La mariquita, publicadas conjuntamente y por primera vez en 1932, Lawrence expresa su punto de vista sobre el poder y el liderazgo del mundo tras la Primera Guerra Mundial. La virgen y el gitano y La princesa son dos hermosas historias muy bien trazadas, mientras que en St Mawr, situada en Nuevo México, y El gallo escapado, una extraordinaria reescritura de la resurrección de Jesucristo, el autor evoca la riqueza y profundidad del símbolo. La edición que el lector tiene en sus manos ha sido revisada y corregida a la luz de las versiones publicadas por Cambridge University Press en 1983, 1992 y 2005. 

«Es un intoxicador... ¿Ha existido nunca alguien tan capaz como él de dar vida a gentes y lugares de forma tan intensa?» Doris Lessing


David Herbert Lawrence (Eastwood, Nottingham, 1885-Vence, Francia, 1930) fue uno de los escritores más controvertidos de la literatura británica del pasado siglo. Sus novelas fueron sistemáticamente prohibidas o censuradas, tildadas de pornográficas por su descripción de las relaciones amorosas y de la sexualidad como forma de conocimiento inmediato. Nacido en una familia de mineros, empezó a publicar en 1911 (El pavo real blanco), año en que acusaría los primeros síntomas de la tuberculosis que terminaría provocando su muerte. Tras viajar por México, Alemania e Italia, se instaló en el sur de Francia. Sus novelas y ensayos se desarrollan en torno a dos temas básicos: la denuncia del industrialismo y las convenciones sentimentales impuestas al hombre contemporáneo. Cultivó la novela (
Hijos y amantes, 1912; El arco iris, 1915-16; Mujeres enamoradas, 1920; Canguro, 1923; La serpiente emplumada, 1926, y El amante de Lady Chatterley, 1928), la poesía, reunida en The Complete Poems of D. H. Lawrence, dos volúmenes; el teatro, el ensayo, el relato corto (reunido en The Complete Short Stories, tres volúmenes) y la novella (El muñeco del capitán, 1923; St. Mawr, 1925; Gallo escapado, 1929; La Virgen y el gitano (1930), género en el que es considerado un auténtico maestro.