jueves, 5 de mayo de 2011

AFTER DARK


Acabo de concluir la lectura de “AFTER DARK”, de Haruki Murakami (Maxi Tusquets, 248 páginas)

Five Spot After Dark, de Curtis Fuller:

Cerca ya de medianoche, Mari, sentada sola a la mesa de un restaurante, se toma un café, fuma y lee. Un joven la interrumpe: es Takahashi, un músico al que ha visto una única vez, en una cita de su hermana Eri, modelo profesional. Ésta, mientras tanto, duerme en su habitación, sumida en un sueño profundo, «demasiado perfecto, demasiado puro». Mari ha perdido el último tren de vuelta a casa y piensa pasarse la noche leyendo en el restaurante; Takahashi se va a ensayar con su grupo, pero promete regresar antes del alba. Mari sufre una segunda interrupción: Kaoru, la encargada de un «hotel por horas», solicita su ayuda. Mari habla chino y una prostituta de esa nacionalidad ha sido brutalmente agredida por un cliente. Dan las doce. En la habitación donde Eri sigue sumida en una dulce inconsciencia, el televisor cobra vida y poco a poco empieza a distinguirse en la pantalla una imagen turbadora: una amplia sala amueblada con una única silla en la que está sentado un hombre vestido de negro. Lo más inquietante es que el televisor no está enchufado...

Eri y Mari, Takahashi y Kaoru, la prostituta china y su maltratador, Tokio by night y esas horas entre la medianoche y el alba en que todo se torna dolorosamente nítido o angustiosamente desdibujado... Murakami da una nueva vuelta de tuerca a su ya bien conocido universo: desde una distancia variable, como una cámara versátil, su mirada recorre escenarios habitados por personajes solitarios, reproduce encuentros accidentales que más parecen desencuentros, y capta una amenazadora pero difusa sensación de peligro que todo lo impregna, como la omnipresente música de fondo.



Haruki Murakami (Kioto, 1949)

A pesar de nacer en Kioto vivió la mayor parte de su juventud en Kobe. Su padre era hijo de un sacerdote budista. Su madre, hija de un comerciante de Osaka. Ambos enseñaban literatura japonesa. Estudió literatura y teatro griegos en la Universidad de Waseda (Soudai), en donde conoció a su esposa, Yoko. Su primer trabajo fue en una tienda de discos (tal como uno de sus personajes principales,Toru Watanabe de Norwegian Wood). Antes de terminar sus estudios, Murakami abrió el bar de jazz "Peter Cat" ('El Gato Pedro') en Tokio, que funcionó entre 1974 y 1982.

En 1986, con el enorme éxito de su novela Norwegian Wood, abandonó Japón para vivir en Europa y América, pero regresó a Japón en 1995 tras el terremoto de Kobe, donde pasó su infancia, y el ataque de gas sarín que la secta 'La Verdad Suprema' perpetró en el metro de Tokio. Más tarde Murakami escribiría sobre ambos sucesos.

La ficción de Murakami, que a menudo es tachada de literatura pop por las autoridades literarias japonesas, es humorística y surreal, y al mismo tiempo refleja la soledad y el ansia de amor en un modo que conmueve a lectores tanto orientales como occidentales. Dibuja un mundo de oscilaciones permanentes, entre lo real y lo onírico, entre el gozo y la obscuridad, que ha seducido a Occidente. Cabe destacar la influencia de los autores que ha traducido, como Raymond Carver, F. Scott Fitzgerald, o John Irving, a los que considera sus maestros.

Muchas novelas suyas tienen además temas y títulos referidos a una canción en particular, como Dance, Dance, Dance (de The Dells), Norwegian Wood (los Beatles), y South of the Border, West of the Sun (La primera parte es el título de una canción de Nat King Cole). Esta afición -la música- recorre toda su obra.

A finales del 2005, Murakami publica una colección de cuentos llamada Tōkyō Kitanshū, traducido libremente como "Misterios Tokiotas". Recientemente ha editado una antología de relatos llamada Historias de Cumpleaños, que incluye historias por escritores angloparlantes, e incluyendo una suya, preparada especialmente.

Tusquets (Barcelona) ha publicado en castellano: Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, Tokio blues: (Norwegian Wood), Kafka en la orilla, Sputnik, mi amor, Al sur de la frontera, al oeste del sol, Sauce ciego mujer dormida, El Fin del Mundo y un despiadado país de las maravillas, After dark y "De qué hablo cuando hablo de correr". Anagrama ha traducido su obra La caza del carnero salvaje.

Curiosidades y opiniones personales.

Haruki Murakami es muy celoso de su intimidad. Un celo que casi raya lo patológico. No acude a fiestas. No recibe premios. No da conferencias. No da charlas, ni firma libros. Prácticamente no concede entrevistas, ni deja que lo fotografíen. ”Tengo pánico a convertirme en una celebridad y tomo todas las medidas posibles para que eso no ocurra”. “Lo que no quiero es que la gente me reconozca en el metro o no poder acceder a las tiendas de discos viejos en Estados Unidos”. Escribe con ordenador.

Su afición por la música, sobre todo el jazz, puede rastrearse en todas sus novelas. Trabajó en una tienda de discos y regentó un bar de jazz. Todo comenzó cuando a los dieciséis años sus padres le regalaron una entrada para un concierto (Art Blakey & the Jazz Messengers) por su cumpleaños. “Jamás había escuchado una música tan sorprendente, así que me volví un fanático del Jazz y más tarde un escritor al que el Jazz le enseñó todo”.

Aparte de escribir sus propios libros, Murakami, también se dedica a traducir autores estadounidenses al japonés. No escribió su primera novela hasta los 30 años, Hear the Wind sing. Tuvo la revelación de que podía dedicarse a escribir mientras veía un partido de béisbol. Durante una jugada clave, en el instante preciso en que el bateador golpeaba la pelota se le ocurrió la idea de ser escritor. “ No tenía a nadie que me enseñase a escribir así que tuve que basarme en lo que sabía, que por entonces era la música " “Incluso hoy en día cuando me siento frente al teclado pienso que estoy ante un piano y me pongo a tocar”.

Hay numerosas apariciones de gatos en sus novelas. “Soy un amante de los gatos, los perros no me interesan nada”. Es un defensor de la cultura popular. Le encantan las series de televisión, las películas de terror, las novelas de detectives, la ropa de sport, las canciones pop..., ya que todo ello le sirve como nexo con los lectores. ”Justamente lo que yo quiero es que la gente vea que lo que escribo no es forzado”.

Murakami presume de no tener de amigos otros escritores y no está muy valorado dentro de su gremio en Japón. “Soy un mero trabajador, al que le gusta la cultura popular, mientras que la mayoría de escritores son unos snobs que ni yo les gusto a ellos ni ellos me gustan a mí”. “ ...Pero creo que voy ganando territorio porque aunque los otros escritores no están de mi lado, los lectores sí”.

Murakami es avezado corredor y triatleta. Sale a practicar todos los días, lo cual le hace conservarse en una gran forma para su edad. A pesar de que comenzó a correr a una edad relativamente tardía (33 años) ya ha completado varios maratones.Tiene pánico a las alturas.

Una vez terminado un texto se lo hace leer a su mujer. Luego lo va corrigiendo hasta que ella le da su conformidad. “Es una crítica implacable” ”Confío plenamente en ella. Además, si algo le gusta mucho luego cocina cosas deliciosas para mí”.

Es fan declarado de la serie Perdidos (Lost). De hecho se ha comprado una casa en Hawai, cuna del Triatlón, en el mismo lugar donde se rodó la primera temporada de la serie. “La gente viene de vacaciones a Hawai. Yo vengo a correr y a trabajar, dos de las cosas que más me gustan”.

Quiere que su epitafio sea “Al menos aguantó sin caminar hasta el final”. Esta referencia hace alusión a su afirmación de que nunca ha necesitado caminar, en vez de correr, durante una maratón.

Web oficial: http://www.randomhouse.com/features/murakami/site.php?id=

Versión cinematográfica:

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