sábado, 9 de abril de 2011

AUSTERLITZ


Acabo de concluir la lectura de AUSTERLITZ, de W. G. Sebald (Compactos Anagrama, 296 páginas).

En la oscura nave de la estación de Amberes había un hombre joven, rubio, con pesadas botas de excursionista, pantalones de faena azules y una vieja mochila, ocupado intensamente en tomar notas y hacer dibujos en un cuaderno. El narrador lo observa fascinado y comienza entonces una relación que se desarrolla durante decenios. Jacques Austerlitz se llama el enigmático extranjero. Vive en Londres desde hace muchos años pero no es inglés. En los años cuarenta, siendo un niño judío refugiado, llegó a Gales y se crió en casa del párroco de un pequeño pueblo, con el predicador y su mujer, personas mayores y tristes. El chico crece solitario y cuando conoce su verdadero origen y su nombre verdadero, sabe también por qué se siente extranjero entre los hombres.

W.G. Sebald recoge en su nuevo libro la historia de un ser trastornado, desarraigado. Busca en el pasado, que revive una vez más en el denso lenguaje de uno de los narradores más importantes y originales de nuestro tiempo, una voz única.



W. G. Sebald (1944-2001)

De nombre Winfred Georg Maximilian Sebald, nació en Wertach, Alemania. Se licenció en Letras en la Universidad de Friburgo, en Suiza, marchando en 1968 a la Universidad de Manchester como profesor. Tras pasar un año en St. Gallen, también en Suiza, como profesor de un colegio privado, regresó al Reino Unido en 1970, fijando residencia allí, y trabajando como profesor de Literatura Alemana Moderna en la Universidad East Anglia. Fue fundador y director del Centro Británico para la Traducción Literaria y comenzó a publicar con cuarenta y tres años. Falleció en un accidente de automóvil.

Sus obras: “Pútrida patria”; “Sobre la historia natural de la destrucción”; “Vértigo”; “Del natural”; “Los emigrados”; “Los anillos de Saturno” ; “Austerlitz”; “El paseante solitario. En recuerdo de Robert Walser”; “Campo Santo”.

3 comentarios:

  1. Echo en falta un comentario más personal, que me ayude a saber si el libro merece la pena que yo lo lea. Saber si te ha gustado y que sensaciones te ha producido. Las fichas editoriales objetivas son fáciles de encontrar hoy en día. Lo difícil es encontrar las subjetivas y que además sean de gente que piense como uno.

    ResponderEliminar
  2. Estimado Julian:

    No me considero capacitado para realizar la labor de crítico literario. Me limito a consignar lo que he leído. Cada lector es distinto, por su formación, inquietudes, etc. y además depende del estado de ánimo en el que se encuentre en el momento de la lectura. Lo más que pretendo es hacer un pequeña reseña del argumento y del escritor y que cada cual decida por sí mismo. Mi experiencia personal me dice que las más de las veces se equivoca el lector siguiendo las indicaciones del crítico literario.

    Respecto al libro que nos ocupa, mi opinión es de que se trata de un gran libro, bastante difícil de leer a causa de su estructura y con un argumento relativamente novedoso. Y la mayor sensación que me quedó fué la de reconocer una vez más los animales que fueron los nazis y la implicación de la gran mayoría del pueblo alemán en los acontecimientos que llevaron al holocausto judío.

    ResponderEliminar
  3. Gracías por el comentario

    Yo no busco al crítico profesional, que sabe lo que esta bien y lo que esta mal. Yo busco lectores con gustos similares a los míos, que leen un libro y sin saber de estilos ni perfecciones me anticipan las las sensaciones que puede darme. Y con el tiempo los conoceré y sabre si un libro me va a gustar o no.
    Te empecé a seguir cuando vi la cantidad de libros leídos que teníamos en común.
    No te sientas obligado por ello a cambiar de estilo.
    Un cordial saludo.

    Julian

    ResponderEliminar