Siempre maquillada, con un perfume suave, con falda y tacones del mismo color, sin olvidar que la falda debe llegar a las rodillas y los tacones no pueden superar los cinco centímetros. Este es el aspecto que el Banco de Inglaterra quiere imprimir a todas sus empleadas con un fin claro: que tengan un aspecto profesional y no parezcan prostitutas.
Retrógrado.
ResponderEliminarY por qué no les ponen uniforme?