Acabo de concluir la lectura de EL TREN DE ESTAMBUL, de GRAHAM GREENE (Pocket Edhasa, 370 páginas).
El Orient Express sirve de lugar de encuentro a una galería de personajes perfectamente trazados por Greene con una economía de medios admirable: una periodista en horas bajas, un empresario sin demasiados escrúpulos, un activista político, una bailarina en busca de una oportunidad, un delincuente perseguido por robo y asesinato... Un conjunto de vidas apasionantes cuyos recorridos confluyen para componer una de las historias más intrigantes y tensas de cuantas creó el gran autor inglés, un mosaico de historias personales que galvaniza en una novela de una solidez deslumbrante.
Graham Greene (1904-1991)
Escritor, crítico y dramaturgo inglés, Graham Greene fue uno de los más conocidos escritores anglosajones del siglo XX, recibiendo tanto alabanzas por parte de la crítica como del público en general. Comenzó a escribir todavía en la universidad -poesía, sin demasiado éxito- y pasó a trabajar para The Times.
Su primera novela, Historia de una cobardía, salió a la luz en 1929 y su éxito le permitió dedicarse a la literatura a tiempo completo. Varias de sus obras han sido adaptadas al cine, como El tercer hombre, Nuestro hombre en la Habana o El americano impasible. Greene siempre diferenció sus novelas dedicadas al entretenimiento puro de las más narrativas y llenas de filosofía, como El poder y la gloria.
De hecho, su trabajo para el Ministerio de Asuntos Exteriores Británico le llevó a viajar por casi todo el mundo tras la II Guerra Mundial, proporcionándole un punto de vista único para ambientar sus novelas llenas de intriga, suspense y espionaje. Dentro de la obra de Greene se aprecia su catolicismo militante, que impregna el tono de la mayoría de sus libros. Esta querencia religiosa es el único punto por el cual sus obras recibieron, en ocasiones, malas críticas o rechazo. Además de sus 25 novelas, Greene escribió varios libros sobre su propia vida, desde 1971 con Una especie de vida a 1984 con Historia de un enredo.
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