jueves, 25 de junio de 2009

"El primo Basilio"


Acabo de concluir la lectura de "El primo Basilio", de Jose María Eça de Queiroz (Alianza Editorial, 485 páginas).

Historia de seducción y chantaje, EL PRIMO BASILIO (1878) es también retrato de las pequeñeces y miserias de una sociedad y de una clase social dominadas por el peso asfixiante de la mediocridad, e integra, junto con «Madame Bovary», «La Regenta», «Ana Karenina» y «Effi Briest», la brillante constelación de lo que podría llamarse «novelas de adulterio» del siglo XIX.

Si en «El crimen del padre Amaro» arremetía contra el oscurantismo y la hipocresía de la Iglesia católica en el medio rural, «El primo Basilio» nos desplaza al escenario de una languideciente Lisboa, para alumbrar, a lo largo de su apasionante relato, un variado elenco de personajes en el que destacan, entre otros, la desdichada Luisa, el canallesco Basilio o la amargada Juliana, acaso el más vigoroso de la novela en su trágico resentimiento.


JOSÉ MARIA EÇA DE QUEIROZ (1845-1900): Estudió derecho en Coimbra y más tarde ingresó en el cuerpo diplomático en el año 1872. Prestó servicios en Cuba e Inglaterra y fue destinado a París en 1888 como cónsul cargo que desempeñó hasta hasta su muerte el día 16 de agosto de 1900. Viajó a Egipto y fue testigo de la construcción del Canal de Suéz, lo que le sirvió de inspiración para alguna de sus obras. Es un claro ejemplo de la literatura “Ibérica” de finales del siglo XIX (fue llamado el Galdós portugués), junto con otros grandes escritores españoles que podemos englobar dentro del realismo literario. Dotado de una prodigiosa inventiva y gran sensibilidad, en sus novelas se encuentra la tragedia y el humor, la sátira y el amor, con certeras descripciones de personajes, ambientes y sentimientos, así como de las costumbres de su país.

Fue el principal representante de la novelística portuguesa del siglo XIX. Sus primeros escritos en Portugal, son ensayos y relatos cortos caracterizados por la ironía y un componente fantasioso. Más adelante, formó parte de un grupo de intelectuales que abogaban por el realismo y el naturalismo en la literatura. Durante sus años de cónsul, escribió sus novelas más populares, en las que denuncia los males de la vida portuguesa. El crimen del padre Amaro (1875) narra los efectos destructivos del celibato; El primo Basilio (1878) satiriza el amor romántico. Considerada su obra maestra, Los Maias (1888), expone la degeneración de una familia como símbolo de la decadencia de la clase alta de la sociedad portuguesa. La ciudad y las sierras (publicada póstumamente en 1901) aparece su nostalgia por las bellezas del campo portugués.







1 comentario:

  1. espectacular novela, pero deja ese sabor amargo de esa infidelidad que se fortalece por una mala influencia, un comentario o un referente.
    Estoy seguro que Luisa nunca hubiese caido tan bajo si no fuera por su llamada "amiga". Hoy en dia es así, nos tomamos las libertades por el entorno para no sentirnos menos,,,,y luego que??? nos sentimos menos que menos.
    mauro

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