lunes, 23 de febrero de 2009

Lunes de Carnaval


(Un servidor de torero. Gané el 2º premio).


(Aquí disfrazado de Torero, con mi hermana y mi prima).

Hoy es lunes de carnaval y no ha sido un buen día. Tengo el pecho bastante tomado y los bronquios deben estar jodidos. Soy como una “flor de estufa”, a pesar de que me cuido y procuro no coger frío, me los agarro todos. Puede que la culpa sea de los cabrones de los caseros que no acaban o no quieren enterarse de que que existen los termostatos para regular la temperatura de la calefacción de gas. Hoy ha hecho buen día en la calle y a pesar de ello en casa estamos con una temperatura cercana a los 30 grados. Si abro la ventana del despacho a estas horas –las nueve de la noche- me puedo morir de frío, estaremos a unos 8 grados.

Los lunes ya se sabe, boletos de la lotería primitiva, bonoloto, euromillones y gordo de la primitiva, para tener cubiertos todos los días de la semana y mantener la esperanza en un cambio de fortuna. Visita al Estanco, compra de papel para la impresora y un par de vinos con la parienta. Comida, siesta, y a continuar la labor emprendida por la mañana. Un día de trabajo regular. Y como no me encuentro bien, pues hoy tampoco salgo a machacarme el cuerpo con los 4 kilómetros de rigor.

Lo de la dieta me tiene encabronado. Un día subo 200 gramos, y al siguiente bajo los mismos. Esperemos que sea cierto, como me dice mi mujer, que primero reduzco volumen antes de desprenderme de los putos kilos de más. En estos momentos me sobran entre 8 y 13 kilos, y me parece una misión imposible lograrlo. He prescindido totalmente de las patatas, la pasta, el embutido, el chocolate, galletas, frutos secos, y cualquier alimento con grasa. Hasta las tapas he suprimido, a lo sumo me ponen alguna aceituna con el vino.

Por la calle he visto algún niño disfrazado de carnaval. A mí los carnavales no me han dado más. De pequeño asistí disfrazado de torero o de Charlot a algún baile de disfraces y para de contar. En aquellos tiempos de férrea Dictadura estaban prohibidos los desfiles de carnaval y cualquier otra manifestación callejera con disfraces. Solo en Tenerife y Cádiz, se permitían oficialmente los carnavales, aunque bastante descafeinados, y en algunos pueblos se hacía la vista gorda, siempre y cuando no se atentara contra las normas imperantes de la moral y buenas costumbres. ¡Hay que joderse con el ferrolano!

Existe una gran variedad de platos de dulce típicos del carnaval: frisuelos, torrijas, flores, picatostes, leche frita, orejas, etc. Todos ellos con un aporte calórico de puñetas, por lo que los tengo totalmente prohibidos. No sé como lo hago, pero siempre termino hablando de comida. Hoy, como estoy de muy mala leche, igual me salto el régimen a la hora de la cena y que se fundan los plomos.


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