miércoles, 25 de febrero de 2009

Martes de Carnaval

En algunos pueblos de la provincia de León se celebra el Antruejo –los tres días de carnestolendas- de una forma muy peculiar, cuyos orígenes podrían estar en ritos pre-romanos, y que han llegado hasta nuestros días gracias a la tradición de sus habitantes. De entre todos ellos, destacan los de Alija del Infantado y Llamas de la Ribera.

Los carnavales de Alija del Infantado son de los más antiguos de entre los que se celebran en el norte de la Península Ibérica. Una de las tradiciones que se conserva en Alija es la confección artesanal del antruejo o indumentaria de los Jurrus por medio de navajas y otros útiles caseros. En el pasado los temidos "Jurrus" se concentraban en la Plaza Mayor y corrían por la vega hasta llegar al Órbigo o al Puente de la Vizana y también se "jurraba" por las calles a todo aquel que no llevara disfraz.

Actualmente la fiesta comienza el sábado en torno a las 17:30. En ese momento los Jurrus invaden el pueblo quemando lo que encuentran a su paso y metiéndose con la población. Esto provoca que desde el castillo se "toque a rebato". Es la señal para que el jefe de los Jurrus y el de los Birrias se citen a luchar, dentro de un círculo de fuego, en la plaza del pueblo. La contienda acaba con la victoria del Birria y la quema de un monigote que representa al Jurru. Al acabar, en torno a las 19.30, todo el mundo está invitado a la famosa cena pública gratuita a base de patatas con bacalao o patatas con carne de jabalí, callos, pan y vino en abundancia.


"Jurru"

"Birria"

En Llamas de la Ribera participan distintos personajes, entre los que destacan los Guirrios, un ser entre humano y mitológico, entre burlesco y ritual.


"Guirrios"

Llama la atención su tamaño y colorido, asi como el ruido que desprenden a su paso.
Su indumentaria se compone de camisa y calzón de lino blanco, albarcas de piel de vaca, correaje de esquilones, faja negra a la cintura, una colonia cruzando el pecho de izquierda a derecha y la llamativa mázcara en forma de cono de 1.10 metros de altura y entre seis y siete kilos de peso, formada por grandes abanicos (tres en el frontal y uno lateral) y flores de papel.

Estos abanicos se abren y cierran vertiginosamente a la par que los guirrios saltan, llamando la atención y asustando, a lo que ayudan los esquilones. La mázcara va rematada con unos flecos de lana y una coleta de pelo natural. Además lleva varios instrumentos complementarios (pero indispensables): las tenazas de madera, un rabo, una vejiga y cachumbos. Con todo ello alborotan al gentío.

Las mujeres van de Madamas, denominación que utilizan a la hora de vestirse con el traje de gala del lugar. Visten Ruedo de paño fino negro enriquecido con tiranas de agremanes, más conocido como abalorio, mandiles de géneros más finos, sedas, terciopelos, bordados o con abalorio. Colonias de seda, medias blancas. En su busto una chambra negra, mantón del ramo, seda o manila. Bien peinadas y con un pañuelo de seda a la cabeza. Suelen portar también rica joyería, pendientes, collares, collaradas y veneras, etc. Acompañan al guirrio, bailan, cantan, etc.

Los Madamos son el personaje masculino, vestido de igual manera que las madamas pero con la cara cubierta. El papel que desempeñan es el de correr a las mozas y darles castañuelazos.

Los Antruejos son los otros personajes participantes: La rosita, la gallina, el toro, los gochos, la gomia, el caretón, los carneros, el diablo, el ciego, la gitana, el gomio y la vieja.

El Ritual culmina el domingo de carnaval, recorriendo las calles hasta alcanzar la plaza donde se desarrolla el festejo. Bromas, vejigazos, sustos, bailes, algún que otro entiznamiento, no falta la arada y siembra de la plaza así como algún cantar jocoso del lugar conocidos como las carnestolendas. La gastronomía ocupa un lugar importante en este festejo: las orejas, frisuelos, borrachines, flores y roscas de sartén.

2 comentarios:

  1. Qué interesante!
    Es curioso, en un pueblo de Zamora, Tábara, existe un personaje que acompaña a los danzantes (que bailan danza de palos) que también se llama Birria. Éste tiene el encargo de hacer el corro para que los danzantes puedan moverse y tener su espacio para realizar los diferentes bailes o "lazos". Si es necesario arremeterá contra el público que se agolpe y entorpezca la danza, para ello echará mano de una especie de látigo acabado en un bola de trapo, del que hace buen uso.
    A su vez, participa en uno de los "lazos" bailando junto con los ocho danzantes, en una especie de "ratón que te come el gato".
    Siempre que escucho estos nombres de personajes de carnavales y mascaradas de invierno, no puedo dejar de pensar en lo añejo que se me antoja su origen: birria... guirrio... jurru... ¿quizás sean vocablos de antiguas lenguas prerromanas?...

    Muy interesante esa guerra entre unos y otros... como un recuerdo de la guerra ancestral entre el bien y el mal...

    Desconocía la existencia de estos personajes... con tanto encanto... magia... arcanos.

    Un saludo

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